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Una semana de paro para 50.000 palestinos

Más de 50.000 obreros palestinos de la zona autónoma de Gaza y de Cisjordania ocupada no pudieron entrar ayer en Israel, donde trabajan habitualmente, por el cierre de fronteras. La prohibición, decidida por el Gobierno que preside Isaac Rabin, fue la respuesta in. mediata al atentado perpetrado el domingo por Yihad Islámica que acabó con la vida de 19 personas y puede que se extienda hasta el próximo fin de semana."El problema no son los 50.000 obreros que trabajan en Israel sino una minoría decidida a destruir el proceso de paz", dijo ayer el ministro de Cooperacion y Planificación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Nabil Shaat.

"Los últimos y sangrientos acontecimientos exigen una inmediata cooperación palestino-israelí, y un esfuerzo conjunto para prevenirlos, pero la decisión israelí de cerrar Gaza y Cisjordania es un castigo colectivo que sólo exacerbará la ya deteriorada economía de las zonas palestinas", señalaba en su editorial de ayer el diario Annahar, de Jerusalén oriental.

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Al criticar la decisión israelí, Shaat agregó que "ni esos obreros ni la ANP son los culpables" del atentado de la Yihad Islámica, que se opone al Gobierno palestino de Yasir Arafat y a sus negociaciones con Israel, fruto del tratado de paz de septiembre de 1993.

"En los últimos ocho meses, las autoridades israelíes no han detenido a ningún obrero palestino por ataques o desórdenes en ese país", precisó Shaat, "y el estado de sitio que les impide llegar a sus puestos de trabajo no impedirá esos ataques".Yihad Islámica atribuyó el atentado del cruce de Beth Lith a la inmolación de Salaj Shaker, de 25 años, y Anuar Sukar, de 23. Shaker, que era enfermero y fue lesionado en seis ocasiones, además de sufrir una detención de 18 días, tras la sublevación o intifada palestina que comenzó en 1987 contra la ocupación militar israelí, y Sukar, un carpintero que pasó once meses en prisión por militar en la Yihad, fueron objeto ayer de un sepelio simbólico por parte de más de mil activistas y simpatizantes del movimiento.

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