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Rabat congela relaciones con Madrid hasta que se archive la denuncia contra su cónsul en Málaga

Rabat ha suspendido sus contactos de alto el -entre ministros y jefes Gobierno- con el Ejecutivo español y la firma de eventuales acuerdos hasta que se dé "una solución satisfactoria" a la denuncia que presentó un inmigrante marroquí, por lesiones y detención ilegal, contra su cónsul en Málaga, Jalifa el Bai, según indican fuentes diplomáticas marroquíes. Así se lo comunicó a principios de mes el embajador de Marruecos en España, Alí Benbouchta, al director general de Africa en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Tanto Moratinos como el portavoz del ministerio, Jesús Atienza, aseguraron, sin embargo, no tener constancia oficial de esta decisión de Rabat.

La suspensión de estos contactos significa, por ejemplo, que la cumbre de jefes de Gobierno de ambos países, que se debía haber celebrado ya el año pasado, sigue aplazada sine die. Marruecos sí sigue, en cambio, negociando su acuerdo con la Unión Europea (UE), aunque las conversaciones avanzan muy lentamente.En círculos diplomáticos españoles se reconoce que las relaciones hispano-marroquíes están paralizadas, pero se achaca al carácter interino del Gobierno, encabezado por Abdelatif Filafi, que el rey Hassan II intentó en vano sustituir la se mana pasada por un Ejecutivo formado por miembros de la oposición del Bloque Democrático.

Por "solución satisfactoria", el representante marroquí entiende que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga, Joaquín Delgado Baena, debe archivar la denuncia puesta por el inmigrante marroquí Mustafá Ait Korchi contra el cónsul tras haber sido, según él, golpeado por funcionarios del consulado y retenido durante tres horas por fumar en la calle durante el Ramadán (mes de ayuno musulmán). La Embajada de Marruecos da otra versión del incidente.

El magistrado llamó a declarar al cónsul como inculpado y, custodiado por la policía, El Bai acudió al juzgado el día 2 de diciembre. Ahora, Delgado Baena debe decidir si archiva ]a denuncia o abre juicio, una opción inimaginable para los marroquíes, porque su cónsul goza de los privilegios e inmunidades del Convenio de Viena.

Tras la declaración del cónsul, Filali afirmó ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento marroquí que el asunto tendría repercusiones sobre las relaciones bilaterales, pero no explicó en qué consistirían. Posteriormente decidió suspender los contactos de alto nivel.

El embajador marroquí en Madrid asegura a sus interlocutores españoles estar dispuesto a creer en la independencia de la justicia española. Añade, sin embargo, que difícilmente la opinión pública de su país puede ver a sus dirigentes políticos aparecer un día reunidos con sus homólogos españoles y, al día siguiente, enterarse de la detención o del procesamiento de su cónsul de Málaga.

Facilidades de financiación

El embajador mantiene que si esto sucediese sería interípretado como una tomadura de pelo española. De ahí que considere preferible congelar los contactos de alto nivel.

Con la UE, Marruecos acaba de resolver, a mediados de este mes, su contencioso agrícola, pero tiene aún pendiente. la negociación del resto del acuerdo de euroasociación y el pesquero, del que se beneficia esencialmente España.

El compás de espera marroquí con relación a España no obsta para que el Consejo de Ministros aprobase el viernes pasado facilidades de financiación para los cuatro próximos años para Rabat por importe de 150.000 millones de pesetas, un tercio con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), es decir, en condiciones muy ventajosas.

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