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La mayor cementera de la región saldrá de la capital para dejar paso a 4.900 pisos

Elsa Fernández-Santos

La cementera más importante de Madrid, situada en pleno distrito de Vicálvaro, dejará el sitio que ocupa desde hace 70 anos para que se construyan 4.900 viviendas baratas. La fábrica, propiedad de Portland Valderribas, obtendrá a cambio 463.000 metros cuadrados de suelo residencial y 121.000 de suelo industrial. Se resuelve así una reivindicación histórica de los vecinos, hartos de compartir sus calles con los camiones de la cementera.El acuerdo fue calificado ayer por el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, como justo y neutral para ambas partes. "Esta operación es una vieja demanda de los vecinos, que son los verdaderos beneficiaros del proyecto", añadió. Y, señalando al complejo industrial -literalmente pegado a las calles de Vicálvaro-, sentenció: "Creo que está claro que es preciso quitar esta fábrica de aquí". La factoría produce tres millones de toneladas de cemento al año.

Junto al alcalde,, Alfonso Cortina, presidente de Portland Valderribas, compañía del grupo Fomento de Construcciones y Contratas (imperio de las hermanas Koplowitz), explicó que las negociaciones han sido largas y difíciles. La fábrica será trasladada a Morata de Tajuña (5.200 habitantes), a unos veinticinco kilómetros de Madrid, cuando se apruebe el nuevo Plan Generalde Madrid; y desaparecerá de Vicálvaro en dos años. Reinstalarse le costará a Portland 24.000 millones, de los que 10.000 ya se han invertido en el traslado de la chimenea más contaminante a Morata.

Los 24.000 millones revertirán a la empresa con la recalificación de los terrenos que ahora ocupa la fábrica en Vicálvaro. "El Ayuntamiento debe recalificarlos para compensar nuestras pérdidas", explicó Cortina. "Sólo ganaremos dinero si hay un boom económico, como todo el mundo. Si no, simplemente no perderemos. Es lo justo".

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La población de Vicálvaro aumentará un con los nuevos pisos previstos en el solar

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Vicálvaro empezó a extenderse junto a las chimeneas y hornos de la cementera. Las nuevas casas no repararon en la contaminación que producía su gigantesco vecino. A partir de entonces, el traslado de la fábrica se convirtió en una m eta para los vecinos del distrito, que han llevado a la calle su protesta y sus manifestaciones durante muchos años. Vicálvaro, una de las zonas deprimidas del sur de Madrid, es también, según el alcalde, un distrito clave para la expansión de la ciudad. En Vicálvaro están empadronados actualmente 39.500 madrileños. Por tanto, las 4.900 nuevas viviendas permitirán que el número de vecinos de este distrito crezca en tomo a un 50%.

Alfonso Cortina, presiden te de Portland Valderrivas, señaló ayer que el traslado de la fábrica a Morata de Tajuña -donde ya se ubica otra de sus cementeras- no supondrá una variación en el número de trabajadores. Portland Valderrivas es una más de las empresas, de las hermanas Alicia y Esther Koplowitz que tienen una fuerte vinculación con la vida ciudadana de Madrid (y que incluyen, entre otros campos, la recogida de basuras, la torre Picasso y las torres de KIO).

"El reajuste será mínimo", señaló. "Sólo adelantaremos alguna jubilación para poder contratar a nuevos emplea dos". La fábrica de Vicálvaro cuenta con 500 trabajadores Algunos de ellos miraban ayer curiosos las dos carpas de blanco inmaculado que la empresa instaló para presentar el acuerdo con el Ayuntamiento y que resaltaban entre los grises y gigantescos silos de la fábrica.

En las puertas del complejo industrial, una flota de camiones entraba y salía. "Despejar Vicálvaro de camiones de carga pesada es otro de nuestros fines", señaló el alcalde de Madrid.

Por su parte, José María de la Riva, concejal socialista, apuntó ayer que hasta que su grupo no estudie con detenimiento el acuerdo, que consideran muy importante, no quieren adelantarse a evaluarlo. "Sólo debemos recordar que el diseño de cómo tenía que quedar Vicálvaro ya estaba en el plan general de 1985. El Partido Popular lo ha retenido durante seis años y ahora se lo sacan de la manga", señaló De la Riva.

"Pero en definitiva, para nosotros lo verdaderamente importante es que el traslado se haga realidad y que la plantilla de la fábrica se mantenga tal cual. La palabra reajuste nos da pánico", añadió el concejal.

Con los brazos abiertos Mientras el acuerdo entre el Ayuntamiento y la cementera se hacía público ayer definitivamente, Morata de Tajuña (5.250 habitantes) esperaba ya con los brazos abiertos las instalaciones de Portland Valderrivas de Vicálvaro, informa Vicente G. Olaya.

El primer teniente de alcalde, Rafael Villalba, independiente, lo explica: "Estamos acostumbrados a esta industria porque desde hace 80 años en nuestro pueblo se sitúan las canteras de las que se extrae el cemento de Portland. Además, hace 10 años esta empresa instaló aquí un nuevo horno". Unas 250 familias viven actualmente de esta industria en Morata, la mayor de toda la zona sureste de Madrid. "Calculamos que el traslado de las instalaciones de Vicálvaro creará otros 25 puestos de trabajo en el pueblo. Además, beneficiará a las arcas municipales. Podremos cobrar más por el impuesto de actividades económicas", sonríe Villalba.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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