Justicia e Interior acepta suavizar la dispersión de etarras, pero en el seno de los pactos antiterroristas

El Ministerio de Justicia e Interior es partidario de mantener la política de dispersión de presos de ETA, aunque está abierto a debatir esta estrategia en el marco del Pacto de Ajuria Enea o del Pacto Antiterrorista de Madrid. Pese a esta postura oficial, fuentes del departamento aceptan que quizá sea oportuno replantearse la dispersión, lo que conllevaría, por ejemplo, suavizar esta política, evitándose el traslado de etarras a cárceles alejadas del País Vasco, como ocurre en la actualidad. Medios oficiales se han mostrado sorprendidos por la iniciativa impulsada por el vicepresidente de los socialistas vascos, Mario Onaindía, y del PNV, partidarios de poner fin a la política de dispersión.

La secretaria de Estado de Justicia, María Teresa Fernández de la Vega, de visita oficial ayer en Bilbao, consideró aceptable discutir la posibilidad de acabar con la dispersión de presos de ETA en la mesas de Ajuria Enea y Madrid. "Cualquier propuesta se debe debatir en el marco del consenso y de la unidad de todas las fuerzas políticas en la lucha antiterrorista", dijo. Fernández de la Vega se reservó su opinión sobre la efectividad de la dispersión penitenciaria y afirmó que "desconocía" la existencia de conversaciones de los partidarios de acabar con la dispersión y los responsables del departamento de Justicia e Interior.Los partidos que forman parte del Gobierno tripartito de Euskadi (PNV, PSE-EE y EA) han acordado una reorientación del Pacto de Ajuria Enea, cuyos integrantes se reunirán a finales de este mes.

El secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, se mostró dispuesto a trasladar esta polémica a los foros de los pactos antiterroristas y censuró las declaraciones de Onaindía al indicar que cualquier reflexión sobre la política de reinserción debe "hacerse y decidirse en el Pacto". "Si hay una nueva fase [del Pacto de Ajuria Enea] y se considera que hay que estimular la reinserción con otros factores, bien; hagámoslo, en la Mesa de Ajuria Enea y entre todos".

Los partidos políticos vascos respondieron también a las declaraciones de Onaindía. Partido Popular, defendió utilidad de la dispersión y censuró a los políticos que apuestan por poner punto final a esta política penitenciaria. El presidente del PP en Vizcaya, Leopoldo Barreda, coincidió con Jáuregui al apuntar que el marco para debatir sobre esta cuestión debe ser el pacto antiterrorista, aunque calificó de "inaceptable" la propuesta hecha por el PNV para reagrupar a los presos de ETA.

El portavoz de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, pidió al Gobierno que cumpla la Ley General Penitenciaria, norma en la que se señala que los presos deberán cumplir las penas preferentemente cerca de su lugar de origen. Según Larreina, su partido lleva "muchos años" pidiendo el fin de la política de dispersión por creer que ésta ha sido negativa. Unidad Alavesa (UA), por su parte, consideró estéril pronunciarse sobre la polémica antes de que la Mesa de Ajuria Enea se reúna de nuevo.

Pese a que diversos dirigentes del PNV se han mostrado a favor del fin de la dispersión de presos etarras, el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, afirmó ayer tarde que su partido no está detrás de esta idea. "El reagrupamientto de presos [en el País Vasco] lo quiere Herri Batasuna para organizar manifestaciones ante las cárceles", declaró a la agencia Servimedia. "La política penitenciaria no se tiene que hacer a golpe, de declaraciones, sino a golpe de consenso entre los partidos. políticos. Eso ha sido la clásica manifestación de Onaindía, que no tiene mayor trascendencia", concluyó.

Las declaraciones del vicepresidente de los socialistas vasco Mario Onaindía, han desatado "un profundo malestar" en la dirección del PSE-EE, donde se consideran especialmente inoportunas por coincidir con un a tentado en el que murió un policía y otro sufrió heridas muy graves en Bilbao. Fuentes de Justicia e Interior insistieron ayer en que la política de dispersión "siendo siendo válida" como instrumento antiterrorista, por lo que debe mantenerse. No obstante, aceptan que tal vez sea conveniente hacer un "replanteamiento" de esta estrategia encaminado a suavizarla parcialmente. Las mismas fuentes considetan que no tiene sentido recluir a los etarras en cárceles de Canarias o de Ceuta, sino que basta con dispersarlos por prisiones de la Península y, por tanto, más cercanas al País Vasco.

En Justicia e Interior hay temor de que esta nueva polémica en torno a las medidas antiterroristas provoque un enfrentamiento entre los partidos democráticos, como sucedió con la polémica desatada en torno a la política de reinserción de ex etarras en julio del año pasado. En cierta medida, aquel enfrentamiento se ha saldado con la actual congelación de las concesiones de régimen de semilibertad para muchos antiguos activistas. En la actualidad hay algo más de 500 reclusos de ETA en las prisiones.

En coincidencia con la postura del Gobierno, el diputado de IU Antonio Romero consideró "positiva" la política de dispersión. Romero aconsejó cautela al debatir este asunto para evitar la repetición del riesgo de ruptura del Pacto de Madrid, situación que se produjo el pasado verano a propósito de la polémica sobre la excarcelación de terroristas.