El presidente del Supremo propone "reestudiar" la prisión preventiva para reducirla al mínimo

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Pascual Sala, declaró ayer a la Cadena SER que "debería reestudiarse" la regulación de la prisión preventiva, ya que estas situaciones "deberían ser mínimas", para que "una medida tan grave como la privación de libertad estuviera siempre respaldada, a ser posible, por una sentencia firme". Actualmente están en prisión preventiva, entre otros, el ex presidente de Banesto Mario Conde, el financiero Javier de la Rosa, el ex director de la Seguridad del Estado Julián Sancristobal y Carlos Sotos, exresponsable de la cooperativa de viviendas PSV.Sala defendió la actuación del juez Baltasar Garzón, instructor del caso GAL, de quien dijo que "está actuando con arreglo a competencias determinadas en la ley" e indicó, en alusión al ex ministro de Interior José Barrionuevo, que "quien estime que existe alguna duda o alguna apariencia de parcialidad, objetiva o subjetiva, tiene todos los elementos a su favor en el ordenamiento español para reaccionar ante esta situación", mediante la recusación o la querella.

El sumario de Garzón

Respecto a la posibilidad de que Garzón no llame a declarar a Barrionuevo para no perder su competencia sobre el sumario, que pasaría al Tribunal Supremo, indicó que "si fuera así, el juez instructor estaría incumpliendo su obligación. Si ese fuera el propósito, eso implicaría una actuación que podría ser incluso delictiva".

Sala lamentó las filtraciones del sumario del caso GAL y recordó que "el secreto sumarial debe ser respetado sobre todo por los que dirigen la instrucción", el propio juez en primer lugar. El segundo escrito de Barrionuevo, en el que se queja de la difusión del sumario, ha pasado al servicio de inspección del Consejo, que lo trasladará a la comisión disciplinaria.

El presidente del Poder Judicial negó que haya calificado a Garzón de juez estrella, entendiendo por tal, a quienes "lo son deliberadamente, buscando la popularidad en perjuicio de la eficacia de la Justicia" e indicó que algunos jueces "no tienen más remedio que salir

[en los medios de comunicación] por la resonancia de los casos" que llevan, aunque sólo salen a la luz pública "esporádicamente".

En cuanto a la investigación sobre el presunto mal uso de los fondos reservados, indicó que se trata de "fondos públicos y con cualquier fondo público se pueden comenter delitos. Uno de ellos, el más característico, es el de malversación, pero naturalmente son fondos reservados, no se pueden pregonar. Hay varios sistemas para controlar el uso de esos fondos, respetando igualmente su carácter reservado. Su malversación o mal uso deben someterse a las pautas de control que establece el ordenamiento".