Trigo no se considera satisfecho con el apoyo de IU y confirma su dimisión

"Fue bonito mientras duró". Con estas palabras anunció ayer el alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, su decisión definitiva de dimitir como primer edil y negarse a encabezar la lista de Izquierda Unida (IU) en las elecciones municipales del próximo mes de mayo. Trigo fue informado del resultado de la asamblea local de Izquierda Unida, celebrada ayer en la que se le expresaba apoyo personal, pero no se le pedía que no dimitiera, sino que se dejaba en sus propias manos la decisión final. El portavoz del gobierno municipal, Manuel Pérez, anunció minutos después la voluntad del alcalde.Según Pérez, Trigo "dimitirá mañana o pasado" (por hoy o mañana) y convocará un pleno municipal en el que se pondrán en marcha los mecanismos institucionales de sustitución. La decisión del alcalde abre una fuerte crisis municipal, dado que varios concejales, entre ellos el propio Pérez y Juan Carlos Hens, han asegurado que le acompañaran.

La asamblea local, reunida ayer, había intentado una solución intermedia: dar marcha atrás en su acuerdo anterior de aceptar la dimisión, a cambio de que Trigo se comprometiera a volver a encabezar las lista Pero la fórmula elegida, pro puesta por Rosa Aguilar, resultó algo ambigua: no se pedía a Trigo que abandonara el sillón municipal pero tampoco que se quedara: simplemente se dejaba en sus manos la decisión final". El acuerdo obtuvo 62 votos a favor, 18 en contra y 1 abstención.

Iniciativa renovadora

Los representantes de Nueva Izquierda (sector al que pertenece Trigo) intentaron pasar una moción en la que expresamente se pidiera al alcalde que no dimitiera, pero cosecharon 53 votos en contra, 20 a favor y 11 abstenciones.

La crisis del Ayuntamiento de Córdoba se ha ido envenenando según pasaban los días y desde el mismo momento en que se conoció la condena a seis años de inhabilitación de Herminio Trigo, por un delito de prevaricación, Izquierda Unida intenta llevar a cabo su idea inicial: obligar a Trigo a dimitir como alcalde y pedirle al mismo tiempo que se presentara de nuevo como cabeza de lista.

Trigo consideró que la propuesta era incoherente y señaló que si se le aceptaba la dimisión no volvería a presentarse. IU s encontró entonces con la imposibilidad de colocar a otro candidato de prestigio, capaz de asegurarle la alcaldía más emblemática de la coalición.

Así las cosas, la asamblea política optó por una fórmula bastante ambigua, que finalmente no parece haber dado satisfacción al alcalde. Las posturas estuvieron muy divididas: el sector más próximo al consejo local manifestó su voto a favor de la renuncia mientras que el más cercano a Nueva Izquierda, corriente en la que están adscritos la mayoría de los concejales, se manifestó en contra.