El equipo desangrado
La Segunda División está mirando al Atlético de Madrid con ojos de mujer fatal. Los colchoneros tienen una historia de altibajos, de glorias y derrotas, o mejor, de derrotas gloriosas. El Atlético se dejó empatar una final de la Copa de Europa a 20. segundos de la conclusión de la prórroga del partido, frente al Bayern de Munich, el 15 de mayo de 1974, en la noche más triste y silenciosa de la verbena de San Isidro, patrón de la ciudad. Los colchoneros han hincado la rodilla muchas veces desde que jugaron su primer partido, en 1903, en el campo de la Ronda de Vallecas, frente al Retiro, pero esta temporada rozan decididamente las cloacas de Primera División. Vicente Palacios, Ramón Triana, Gabilondo, Collar, Peiró, Gárate, Luis, Calleja, Leivinha, Arteche, Marina... ¿Qué ha hecho Jesús Gil con la historia de un equipo forjado a sangre y fuego con jugadores como estos? El Atlético se desangra con una morbosa atracción por la Segunda, en la que hace muchos años militó durante tres temporadas.Pero la semana ha estado cargada de novedades. Johan Cruyff, entrenador del Barcelona, revolucionó al primer equipo con el ascenso de varios jugadores del filial, para evitar una moción de censura contra él tras el 5-0 del Santiago Bernabeu. Korneiev -ayer debutó en el Camp Nou-, Angoy y Jordi Cruyff han pasado al Barça. El Barcelona B sólo consiguió el sábado un empate a uno frente al Getafe en un encuentro gris, después de varios días de sonada polémica en Barcelona sobre el posible favoritismo de Cruyff hacia su hijo, Jordi, o hacia Angoy, su yerno, que ha manifestado: "Que me vean jugar y luego juzguen si soy o no un enchufado".
Y el Mallorca ganó ayer al Leganés (1-3) con un Milojevic imaginativo y goleador. El Atlético de Madrid no ha conseguido el fichaje de este futbolista tras unos días de intentos frustrados.
El presidente del Leganés, la tarde de la presentación oficial de la plantilla, el pasado julio, terminó su discurso con un lapsus sorprendente. Dijo: "Deseo lo mejor para mi equipo. ¡Aupa Atléti!". Los rojiblancos tienen una hinchada extraordinaria. Lo único que sobrevive de un coloso en llamas.
