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El marco ganador de la crisis

La economía alemana ha salido de la recesión y, cuando el próximo 3 de octubre se cumpla el quinto aniversario de la reunificación, todo parece indicar que las cifras macroeconómicas serán todavía más favorables que en 1994, que se cerró con un 3% de inflación y un crecimiento del producto interior bruto (PIB), del 2,8% en el oeste de Alemania. En el territorio de la antigua República Democrática Alemana se consiguió un 3,4% de inflación y un 8,9% de aumento del PIB.A pesar de estas cifras que invitan al optimismo y explican, en parte, la fortaleza del marco frente al dólar y las restantes divisas europeas, tanto el. Gobierno federal alemán como el Bundesbank, banco central, se encuentran empeñados en reducir aún más la iñflación y asegurar que Alemania cumpla con creces los criterios de convergencia exigidos por el Tratado de Maastricht. Por este motivo, nada parece indicar que el Bundesbank vaya a modificar su política de disciplina monetaria y tampoco parece que se vayan a producir modificaciones significativas en los tipos de interés, lo que podría ayudar a calmar a los merca dos financieros.

El repunte indudable de la economía alemana no permite dormirse en los laureles y no hará aflojar la mano férrea de los guardianes del marco y de la estabilidad económica del país. En un artículo publicado a fin de año por el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, en el diario económico Handelsblatt casi definía en sus titulares todo un programa de actuación: "Los tipos de interés bajos y la estabilidad hay que ganarlos cada día de nuevo".

Tietmeyer, optimista

Reconoce Tietmeyer que se puede contemplar con optimismo la evolución de la eco nomía alemana, porque se fortalece la recuperación, pero "los problemas estructurales son duros de roer" y por eso se muestra partidario de aprovechar el momento favorable para afrontarlos. Para el presidente del Bundesbank, las bases para conseguir el cambio estructural necesario son: empresarios dispuestos a innovar, e invertir, trabajado res flexibles y orientados hacia el futuro y un Estado flaco que se concentre en sus tareas esenciales.

El vicepresidente del Bundesbank, Johann Wilhelm Gaddum, -en respuesta a los que reclaman, tanto en Alemania como en el extranjero, una bajada de los tipos de interés para ayudar al repunte económico- afirma que en muchas ocasiones los que piden esto se olvidan de que la política monetaria tarda en surtir efectos.

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