El fiscal eleva a 35 años la pena para el 'ultra' que mató a un homosexual
El fiscal elevó ayer a 35 años su solicitud de cárcel para David Garrido, el ultra de 19 años acusado de asesinar a un homosexual y herir gravemente a otro en 1993. El abogado defensor, por su lado, reconoció que su cliente había cometido un homicidio, si bien pidió que la condena no exceda de 12 años de prisión. En un principio había solicitado la absolución. El cambio se debe a que el procesado reconoce ser el autor del crimen.
A las acusaciones del asesinato de Mariano Gómez Higuera, de 30 años, el 5 de mayo de 1993, y del asesinato frustrado de Darío (sobrenombre ficticio) en marzo de ese mismo año, la fiscalía añadió ayer un agravante: el ensañamiento contra este último ya que, tras acuchillarle, le golpeó con crueldad. Por este motivo decidió ayer, al término del juicio, elevar de 34 a 35 años su petición de cárcel.La acción popular, ejercida por el Colectivo de Gays y Lesbianas, reclamó 38 años de prisión: considera que las agresiones fueron premeditadas.
El abogado defensor sostuvo. en el juicio que Garrido no actuó con premeditación y pidió al tribunal que sea ingresado en un psiquiátrico, ya que su cliente, dijo, padece un desdoblamiento de la personalidad.
En los dos asesinatos que se imputan a Garrido estuvo presente José Antonio A., quien entonces sólo tenía 15 años, por lo que, al ser menor de edad penal, no ha sido juzgado. Los dos jóvenes entablaron relación con el fallecido Mariano en una zona, de contactos homosexuales de la Casa de Campo. Según el relato del fiscal, Garrido le dijo a su amigo: "Ese es homosexual, vamos a pegarle". Se internaron los tres en una zona boscosa y, de repente, mientras charlaban, Garrido se levantó, se puso detrás de Mariano y le pegó cuatro cuchilladas.
La víctima se dió la vuelta recibió otra puñalada en el abdomen, intentó defenderse y entonces Garrido perdió su. cuchillo 31 cogió el de su amigo. Cuando Mariano trataba de escapar le persiguió, apuñalándole repetídas vetes en la espalda. Estos navajazos le hirieron los pulmones y le seccionaron la aorta causándole la muerte. Con Darío entablaron relación por teléfono. Éste se anunciaba en una revista con un mensaje así de explícito: "Chico de poco vello busca amigos, abstenerse plumas [afeminados]".El 3 de marzo de 1993 quedaron con él y todos se dirigieron al estudio de Darío. Allí Garrido dijo que tenía que ir al servicio y, de improviso, según el relato del fiscal, propiné a su anfitrión dos puñaladas en el brazo y en el abdomen. Después obligaron a Darío a desnudarse y, mientras el menor le propinaba patadas en la cara, Garrido le golpeaba con un puño metálico en la cabeza diciéndole que le daba asco. Cortaron el cable del teléfono y le dejaron encerrado allí, malherido. Consiguió salir y pedir ayuda. De no haber recibido atención médica, habría muerto.
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