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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Jóvenes, Navidad y alcohol

La anécdota se está convirtiendo en costumbre, y las reuniones de estudiantes en el centro de las ciudades para celebrar sus, vacaciones de Navidad son una norma año tras año. Resulta curioso, pero tanto los ayuntamientos como los servicios de seguridad o la prensa ya empiezan a lanzar la voz de alarma unos días antes. Preparan todo como si de la llegada de un huracán se tratara.Es ese afán de transgresión lo que hace que los jóvenes se vean obligados a cumplir con esas fatídicas previsiones de los adultos. Al concentrarse en un lugar común, a una hora determinada, se transforman en masa y adquieren la fuerza y el poder que la sociedad les tiene denegados por su condición de. menores de edad. Lo peor de todo es que, en lugar de dirigir esa fuerza en energía positiva o creadora, se empeñan en actuar irracionalmente y deforma convulsa.

Las bebidas alcohólicas se convierten en parte aliada del festejo. Beben y beben sin otro ánimo que el de alcanzar ese grado de inconsciencia que les permite perder esas dosis de pudor, de y de educa ción que abortarían la realiza ción de los actos irracionales que protagonizan.

Debemos evitar que el alcohol se convierta en protagonista de las diversiones de los menores. Educar intentando informar so bre los daños que puede provocar en sus organismos. Tampoco debemos crear una imagen de las bebidas alcohólicas como si de un enemigo se tratara. El alcohol, consumido con moderación por personas sanas y adultas, puede ser un motivo de placer y debe formar parte de la dieta, cómo han demostrado recientes estudios médicos.

Pero tampoco debemos atajan los males que hoy aquejan a los jóvenes con leyes represivas o actitudes propias de regímenes dictatoriales. Los cacheos y la abundante presencia policial en las concentraciones estudiantiles de estos días alcanzan lo irrisorio. Esa actitud paternalista que ha que los agentes de seguridad rebuscaran en los bolsillos de los jóvenes buscando el bote de nieve artificial o la litrona de cerveza es ridícula. La única consecuencia lógica de estos hechos es que los jóvenes se sientan protagonistas de una nueva hazaña y repitan la proeza el año que viene para salir en las páginas de los diarios o en la tele.

Hay que controlar rigurosamente la venta de alcohol á menores. Pero tampoco hay que coartar la, libertad de todo ser humano a reunirse en la calle con los compañeros del cole. No hay que pasarse-Raúl Ramos Cancha.

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