Chile supera los efectos de la devaluación mexicana y registra unas inversiones extranjeras históricas

ENVIADO ESPECIAL, Chile, con una inversión extranjera histórica de 4.100 millones de dólares (unos 540.000 millones de pesetas) entre enero y noviembre últimos y un vigoroso sector exportador, parece sentar cátedra en macroeconomía. Allí han acudido dirigentes del Partido Comunista Chino (PCCh) para tratar de aprender del único país suramericano, admitido en el Tratado de Libre Comercio (TLC) y conocer las estructuras de una economía que ha soportado, mejor que la brasileña, la argentina o la peruana, las embestidas de la devaluación y la crisis que sacude México.

Atraído por su estabilidad y sostenido crecimiento, el presidente de la Comisión Estatal de Planificación de China, Chen Jinhua, se encuentra en Santiago recabando información sobre un sistema que registra una inflación a la baja, favorable evolución de la balanza comercial, continuado flujo de inversión extranjera y descenso en el número de pobres. Pero, como en todas las liberalizaciones, repuntan los descapotables y el desempleo.El nuevo desafío de Chile, cuya apertura económica comenzó durante el régimen militar encabezado por Augusto Pinochet, es agrupar esfuerzos para preparar un ingreso ventajoso del país en la alianza comercial con Estados Unidos, Canadá y México; se trata también de conseguir que este país de 13 millones de habitantes suscriba algún tipo de asociación con el Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), integración regional que el 1 de enero estrenó una unión aduanera incompleta pero prometedora. Los ministerios de Relaciones Exteriores, Hacienda, Economía, directivos del Banco Central y ejecutivos de las más importantes empresas, han formado equipos de trabajo para afrontar los dos retos, que creen compatibles.

El ministro de Trabajo, Jorge Arrate, admite que la incorporación al bloque liderado por EE UU significa una gran oportunidad, aunque advierte sobre sus posibles costes. "Estoy por que crezcamos mucho más económicamente, pero para vivir más felices (...). No quiero víctimas del TLC", subraya Arrate en referencia a que la necesidad de nuevas reconversiones apareje perjuicios sociales y, más desempleo.

Hasta ahora, los balances oficiales son optimistas, y también, en líneas generales, las previsiones efectuadas por la mayoría de los analistas privados. Algunos economistas temen, sin embargo, que la crisis mexicana, que provocó de forma inmediata una caída acumulada de aproximadamente el 5% en los principales índices bursátiles dada la vinculación del mercado local con las bolsas latinoamericanas y de Nueva York, convierta a Chile en la plaza segura para los capitales financieros que huyen de mercados más inestables. Un ingreso masivo de dólares provocaría una nueva y fuerte presión, al alza, sobre el dólar.

Aumento de la productividad

Jorge Desormedaux, economista de la Universidad Católica, piensa que convendría un descenso en el flujo de capitales. "Sería una bendición porque hoy en día hay una emergencia política, económica y social asociada a una revaluación". Ricardo French, Davis, experto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, agrega que "el ingreso de capitales ya es más alto que lo absorbible eficazmente por la economía chilena. Los excesos hacen más difícil la lucha contra la pobreza y el desarrollo empresarial por su impacto sobre el tipo de cambio".

El Ministerio de Economía destaca que la productividad media, de la economía nacional ha superado todas las previsiones al aumentar en un 4% durante 1994, contra un 0,6% en el año anterior; la balanza comercial arroja un superávit de unos 500 millones de dólares, contra el déficit de 980 en 1993. Ha sido así gracias a que la recuperación de los mercados industrializados permite la pujanza del sector exportador, el más dinámico, de todos: entre 1992 y 1993 creció a un promedio anual del 10%.

Los más perjudicados por la apreciación del peso han sido el agrícola, textil, calzado y carbonífero. Álvaro García, titular de Economía, manifestó que, "a pesar de la revalorización del peso respecto al dólar, durante 1994 fue posible incrementar significativamente las exportaciones porque la productividad aumentó muy rápidamente, y éste es uno de los hechos más destacables del comportamiento económico reciente". La caída del tipo de cambio durante el ejercicio anterior, bordeando el límite inferior de la banda de flotación, perjudicó a los exportadores y obligó al banco emisor a comprar divisas. De todas formas, entre enero y noviembre, el total de exportaciones alcanzó la cifra récord de 10.376 millones de dólares con Asia como primer comprador, seguido por Europa y América Latina.

La tasa de inflación es ahora de un 8,9%, la más baja en 34 años, y fue resultado de una política de reducción del gasto y estabilización de los precios, y de la decisión del Banco Central de mantener fijo el tipo de interés a corto plazo en un 6,5%. El pasado mes de octubre se acortó medio punto más.

Pero no todo son éxitos en un país que ha promovido el ahorro interno mediante la reforma del sistema de fondos de pensiones, y que en noviembre tuvo que revaluar el peso en un 10% obligado por el mercado. El ajuste ha afectado negativamente al crecimiento, que culmina con un 4,3%, frente a una media superior a los seis puntos otros años; y el paro ha pasado de un 4,6% en diciembre de 1993 al 6,7% actual, alertando a la Central Unitaria de Trabajadores, que pide una mayor sensibilidad gubernamental hacia. los costes sociales de la aplaudida apertura.