Betis y Deportivo renuncian al ataque

El Deportivo no aguantó el tirón del Madrid. Ayer dio un paso atrás. No porque el Betis fuera presa fácil, sino porque nunca arriesgó. Todo su empeño consistió en poner dificultades a los locales, sin valorar la renta que habría obtenido si hubiera planteado el choque al revés. Es decir, obligar al enemigo a plantar el césped de problemas. En apariencia, los coruñeses tenían controlado el encuentro: disponían del balón más tiempo y ordenaban el discurrir del juego. Pero de profundidad, nada. Dos disparos a puerta de Fran, ambos altos, y uno de Bebeto. Esa fue toda la contribución ofensiva que exhibieron los de Arsenio.El Deportivo optó desde el principio por amueblar el campo. No había resquicio en ninguna parcela del terreno. El Betis acusó la espesura. Ni había fluidez ni acompañaba la imaginación. El técnico gallego había preparado una escena en la que sólo el talento podía desenfocar su disciplina. Pero los talentosos nunca entraron en calor. Ni Stosic ni Cuéllar sacaron del embrollo al Betis. Su aparición era la única receta capaz de resucitar a los locales.

El serbio, un jugador casi siempre exquisito, se perdió en la banda izquierda, víctima de un arrebato de ramplonería. Cuéllar también extravió ayer la claridad de ideas con la que cuenta en otras muchas ocasiones. Se empeñó en regatear a propios y extraños, sin apuntar ni un ápice de profundidad. El resultado de este desaliño fue un juego plano, arrítmico.

Pero el Deportivo, que había cuadriculado el campo a su antojo, olvidó el norte. Sólo sacó la pólvora cuando el conjunto bético incurría en algún error defensivo. Casi siempre sacó el peligro de una jugada impropia, un mal pase, un ataque de nervios de Josete o una pérdida de balón absurda de sus rivales. Allí estaba Bebeto para certificar su astucia.

El primer disparo a puerta de los gallegos llegó a la media hora de juego. El brasileño aprovechó un arranque suficiente de Jaime para rebañarle el balón y preparárselo en la media luna rival. Su ensayo se escapó ligeramente alto. La tímida salida que luego intentó el Deportivo sacó a relucir lo mejor del Betis: Ríos.