Objetores y voluntarios
Los jóvenes que deciden realizar la objeción de conciencia siguen siendo tratados como criminales. En una serie de televisión se afirmaba sin pudor que la cárcel del pueblo estaba llena de objetores, olvidando los derechos constitucionales y los miles de peticiones para ejercer una prestación social que no llega. Debe de ser la utopía de dominio absoluto.En otro orden de cosas, sorprende comparar las alabanzas de todos hacia los voluntarios, con el silencio sobre la labor de los objetores. Para muchos de ellos la objeción es el inicio de una actividad de voluntariado, con iniciativas ciudadanas que eviten la burocratización, la pésima gestión del dinero público y el trabajo sumergido. Si entre todos no conseguimos valorar más y valemos de las capacidades de estos jóvenes para contribuir con su esfuerzo e imaginación a mejorar la sociedad, habremos perdido una oportunidad única.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.