Pujol supera su desconfianza por la actitud de Serra ante los escándalos que han afectado a la Generalitat

La desconfianza del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por un supuesto doble juego del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, en los escándalos políticos que han afectado a la Generalitat parecen haberse superado. Desde el Gobierno central y desde las propias filas de Convergència i Unió (CiU) han hecho llegar a Pujol mensajes de que su desconfianza no tiene fundamento, según algunos dirigentes nacionalistas. El propio Serra aclaró su posición en una entrevista personal con el presidente de la Generalitat.Pujol había denunciado en los últimos tres meses Un supuesto doble juego de algunos dirigentes socialistas, quienes, en su opinión, querían sacar provecho de las denuncias por supuestos asuntos de corrupción (casos De la Rosa, Cullell o Planasdemunt), que avivaban desde la sombra mientras en público quitaban hierro a los escándalos. En reuniones internas había citado al vicepresidente Serra y al alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, como los más conspicuos responsables de esas prácticas.

Dirigentes de CiU consideran superada esta desconfianza, al menos en lo que a Serrase refiere, después de que desde el grupo parlamentario en el Congreso y desde el Gobierno socialista se le haya garantizado que Serra no está detrás de ninguna campaña desestabilizadora contra el Gobierno de la Generalitat.

Otros dirigentes nacionalistas consideran difíicil que Pujol haya cambiado radicalmente su opinión sobre la actuación de Serra, y menos porque le lleguen mensajes coincidentes, ante los cuales desconfía por carácter. Otra cosa es que haya llegado al convencimiento de que, ciertamente, a los socialistas no les' interesa desestabilizar al Gobierno de la Generalitat porque arrastraría al Gabinete de Felipe González.

En cualquier caso, la tensión entre nacionalistas y socialistas ha bajado en las últimas semanas. Pujol tuvo palabras amables para el. PSC y para los ministros socialistas catalanes, en una reciente intervención pública. Dirigentes socialistas han manifestado su satisfacción por el tono del mensaje de fin de año de Pujol, que hablé de una Cataluña en la que cabían también ellos.

Pujol no había perdonado a Serra el que, después de que fuera detenido el financiero Javier de la Rosa, reclamara la comparecencia urgente del presidente. de la Generalitat para dar la cara en el Parlament. En CiU se acusaba al vicepresidente de ingrato, porque fueron los votos nacionalistas los que impidieron que éste tuviera que comparecer ante la Comisión Roldán. Serra alivió la presión cuando, en un acto público en Santa Coloma de Gramenet, advirtió a militantes y simpatizantes socialistas de que atacar al Gobierno de la Generalitat era ir en contra de los intereses del PSOE.

Las relaciones de PuJol con Serra no han sido nunca buenas, y francamente malas desde que, en 1984, estalló el caso Banca Catalana, que implicó a los responsables de esa entidad, entre los que se contaba el propio Pujol.

- El discurso del primer secretario del PSC, Raimon Obiols, en el debate de política general de octubre, que se centró en el caso De la Rosa, fue calificado por Pujol en una reunión interna como "inteligente" pero no por ello "menos peligroso", que los ataques del resto de la oposición (IC, PP y ERC). Pero no por ello Pujol ha colocado a Obiols en la lista de los que han practicado ese supuesto doble juego.