Los parlamentarios del Grupo Socialista quieren que Pérez Mariño continúe como portavoz de Justicia

Diputados del Grupo Parlamentario Socialista tratarán el próximo lunes de aclarar la situación de su portavoz en la comisión de Justicia e Interior, Ventura Pérez Mariño, independiente que acudió a las elecciones en la candidatura socialista. El malestar creado por la intervención de Pérez Mariño el pasado viernes ante el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, va a llevar a esta situación de debate interno. La mayoría de los 17 diputados de la comisión rechazan pedir a Pérez Marino que abandone la portavocía y quieren que siga, aunque con una definición más precisa de cual es la labor del portavoz de todo un grupo, sea o no independiente.Para esta mayoría, una solución sería que Pérez Mariño no abandonara su puesto, aunque para algunos asuntos el portavoz fuera otra persona. Así ocurrió la pasada semana cuando se reunió en el Congreso la Comisión de Justicia para decidir si acudía al Parlamento el ministro Juan Alberto Belloch. No obstante, al día siguiente Pérez Mariño fue el portavoz de los socialistas ante el ministro.

El diputado Manuel de la Rocha, de la corriente Izquierda Socialista, rechaza absolutamente cualquier actuación tendente a despojar de su puesto de portavoz a Pérez Mariño: "Si alguien lo plantea en la comisión ya anuncio mi posición contraria".

Los diputados consultados ayer, entre otros Luis Alberto Aguiriano, consideran que Pérez Mariño debe continuar como portavoz y que el grupo debe seguir discutiendo y discrepando en las reuniones internas. Pérez Mariño ya sabe lo que es ser abroncado estas reuniones. En las dos últimas reuniones de la permanente el diputado Hernández Moltó le ha llamado al orden por apoyar la creación de una comisión de investigación sobre fondos reservados. Hernández Moltó, portavoz de Economía. del Grupo Socialista, ha sido el más duro en sus críticas a Pérez Mariño. En unas declaraciones recogidas ayer por Efe, Hernández Moltó aseguró que Pérez Mariño "secuestra la opinión del Grupo parlamentario", y "no actúa democráticamente" al defender como portavoz sus opiniones personales en lugar de los criterios generales del Grupo.