En el alambre y sin contrato

La familia Bordini ha elegido el municipio de Alcobendas (2.000 habitantes) para recibir el año nuevo caminando por un cable de acero haciendo equilibrios y lanzando su motocicleta por él a más de 70 kilómetros por hora.Pero Michael Bordini, por ejemplo, aún añora sus actuaciones en la plaza de España, en Madrid. Fue en mayo de 1986 la última vez que tendieron allí su cable desde el suelo hasta la Torre de Madrid. Él tenía 11 años -ahora suma 18- y recuerda que coincidieron entonces con un grupo de funambulistas -casi todos marroquíes-, Los Karindas. Uno de sus componentes -nacido en Burgos- sufrió un accidente mortal, y el Ayuntamiento madrileño decidió suspender los permios para estas atracciones.

Walter Alexander Bordini, el jefe de la familia, en un chapurreado español-alemán, dejaba claro ayer que ellos nunca han sufrido un accidente y que a sus 53 años su sueño continúa siendo repetir sus hazañas en la capital.

De momento, sí les han dado permiso para representar su arriesgado número el Ayuntamiento de Alcobendas y el Centro Comercial La Gran Manzana. Allí, cada tarde, con la barra de equilibrio en las manos y como hicieron sus antepasados cuando comenzaron a actuar, en 1512, recorren los 100 metros debable que separan el suelo de una minúscula plataforma situada a más de 40 metros de altura.

Ante la atenta y expectante mirada de niños y grandes, que se dan cita en la plaza Mayor, Michael, que ahora tiene 18 años, se cuelga del cuello y se lanza a 80 kilómetros por hora hacia el suelo. El intenso frío de estos días parece que congela un poquito más la sangre de los espectadores.

El hombre antena es como se denomina el número en el que el más joven de los Bordini se balancea siete metros a uno y otro lado de la plataforma, a 52 metros de altura, sin otra sujeción que sus manos asidas a un mástil. Completan el ejercicio diversos equilibrios sobre su motocicleta, detenida en lo más alto del cable de acero.

La familia Bordini llegó a Madrid desde Portugal, y ha aumentado sus componentes con dos españoles. Luis, riojano, se encarga de animar desde el suelo la actuación, "aunque con el frío que hace es difícil", asegura; y Jacobo, gallego, se sube a un pequeño columpio que cuelga de la motocicleta y hace equilibrios en el aire junto a Michael.

Y cada tarde, llueva o hiele como estos días, el grupo representa su número. Fieles a su costumbre, nadie les contrata. El único dinero que reciben es el que los espectadores, que pueden acceder libremente a la plaza, quieran darles, aunque ellos hacen una sugerencia; 500 pesetas piden a los adultos y 250 a los niños.

Michael aún recuerda al generoso público de Getafe (144.000 habitantes) de hace dos años. En Alcobendas "hay gente muy generosa, pero la mayoría no quiere saber nada cuando se pasa el cubo para recoger el dinero". El pasado martes, ante unas 200 personas, recaudaron menos de 15.000 pesetas. "Una catástrofe", se lamenta Michael. Pero reconoce que el día 24 consiguieron superar las 70.000 pesetas.

Los Bordini. Todos los días a las 18.30 en la plaza Mayor de Alcobendas. Centro Comercial La Gran Manzana. último día, 1 de enero, a las 17.30. Actuación especial, hoy, día 31, a las 11.45.