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Un padre y su hijo, apuñalados cuando esperaban el autobús

Un padre y su hijo que esperaban el autobús el lunes por la noche en la parada de la Vía Carpetana fueron apuñalados por unos jóvenes que acababan de mantener una riña entre sí, según la policía. Las circunstancias, no obstante, no parecían muy claras ayer. Los supuestos agresores viven en el poblado del Cerro de la Mica, siempre según la policía. También el lunes, a las tres de la tarde, Anselmo Peinado, un pastelero de 61 años, se lanzó a por la pareja de atracadores que se llevaban 45.000 pesetas de su confitería de la calle de los Almendrales (Usera). En el último impulso recibió dos tiros y quedó herido.

Los dos heridos en la parada del autobús son Juan Antonio C. L., de 42 años, y su hijo Juan C., de 17. La marquesina donde aguardaban la llegada de un vehículo de la línea 17 (plaza Mayor-General Fanjul) está situada en el número 236 de la Vía Carpetana (Carabanchel).El padre tiene una herida profunda en la garganta que le afecta el bulbo raquídeo, y contusiones por todo el cuerpo. Según los médicos del hospital Gómez Ulla (adonde fue trasladado), el pronóstico era anoche muy grave. Su hijo fue ingresado en el Doce de Octubre con hematomas por el cuerpo y un pinchazo en el tórax que necesitó dos puntos de sutura. Ayer ya había sido dado de alta.

El mismo día, en la panadería de Anselmo Peinado sonaban dos disparos. La primera bala silbó junto a su oído, y la segunda salió por su espalda tras perforarle la axila: un disparo limpio del cual se recuperaba ayer en el hospital Doce de Octubre. Según el parte médico, anoche se encontraba fuera de peligro, pero su estado era grave.

En el momento del asalto, Anselmo y su hijo Miguel Ángel, de 32 años, se encontraban en el obrador de la pastelería limpiando las repisas. En la tienda, detrás del escaparate, se hallaban Carmina -esposa del pastelero- y dos dependientas. Un cliente pagaba la tarta que acababa de comprar.

Los asaltantes, que ocultaban su rostro con una braga militar (una especie de pasamontañas), entraron en la tienda con una insultante serenidad, según explicó Miguel Ángel, uno de los hijos del pastelero. "Estaban tranquilos, sabían lo que se hacían", agregó. Uno se colocó en la puerta. Otro se dirigió hacia Carmina, la dueña, diciendo: "Venga, dame todo lo que tengas, que sé que tienes mucho dinero". Carmina, una asturiana calculadora, respondió: "Venga ya, qué dices?'. Según su hijo, actuó así porque "no vio la pistola y no le creyó lo que pasaba". Su reacción aceleró el corazón de los atracadores.

A continuación se sucedieron los gritos. Uno de los asaltantes arrancó de la estantería la caja registradora. En ese momento aparecieron Anselmo y su hijo. Sorprendidos, se dirigieron hacia el asaltante que empuñaba el arma. En ese momento, la mano apretó dos veces el gatillo. Tras las dos detonaciones, los asaltantes se dieron a la fuga. Corrieron por la calle de los Hijos de Jesús hasta la avenida de Córdoba, donde tenían aparcado un Chrysler 150 rojo. En el coche, según la policía, había otra persona pisando el acelerador. En la huida, uno de los asaltantes disparó sin puntería contra Miguel Ángel, el hijo del pastelero.

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Este asalto ha enfurecido a los comerciantes, cansados de los robos en Usera. "El lunes, el pastelero; la semana pasada, el zapatero; y antes también el de los muebles", comentaba ayer enojado Emilio, comerciante de la calle de Antonio López. "Vamos a tener que atender a la gente con un fusil debajo del mostrador", añadía el dueño de un bar.

Manifestación en Getafe

Mientras tanto, en Getafe (143.500 habitantes) los comerciantes ya han empezado a movilizarse contra la violencia. Ayer, una manifestación silenciosa convocada como protesta por el asesinato de José Corvillo -ocurrido el pasado día 20- finalizó ante el Ayunta miento con gritos contra el alcalde, Pedro Castro (PSOE). La concentración comenzó a las cuatro de la tarde, cuando unas 400 personas se reunieron ante el número 22 de la calle de Galicia, donde está situado el bar que re gentaba Corvillo cuando dos en capuchados le dispararon en un intento de atraco, informa Víctor Saornil. Presidía el acto una pancarta con la inscripción "no a la delincuencia. Seguridad en el barrio. Homenajea J. Corvillo".

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