La Asociación contra la Tortura pide la destitución del teniente coronel de la Guardia Civil en Tres Cantos
SOLEDAD GALLARDO La Asociación contra la Tortura en España hizo pública ayer su intención de exigir al director general de la Guardia Civil y al ministro de Interior la destitución del teniente coronel de la 102 Comandancia de Tres Cantos, Manuel Gascón, "por entender que mal tratar a unos detenidos, como se ha probado en una investigación interna, no supone delito".
El caso arranca cuando José Luis Villanova, Pedro Rodríguez y Cecilio Rodríguez permanecían detenidos en el cuartel de Colmenar Viejo -dependiente de la comandancia de Tres Cantos-, el pasado mes de octubre, supuestamente en represalia tras la bronca en un bar en la que participaron algunos agentes. Tras quedar en libertad, los detenidos interpusieron denuncias por malos tratos en el juzgado de la misma localidad (27.000 habitantes); y el teniente Coronel realizó una investigación interna.
De acuerdo con sus propias conclusiones, está probado y contrastado "que el guardia Fernando Paredes Chamero propinó una bofetada al detenido José Luis Villanova Fermosel en los primeros momentos de su llegada al cuartel; que el mismo guardia propina una bofetada al detenido Pedro Rodríguez, a su llegada al cuartel; y que el guardia Carlos Alguibay Olmo, en un fuerte estado de alteración, increpó al detenido empujándole al menos en dos ocasiones y agarrándole por la pechera".
No obstante, Gascón no considera los hechos relatados constitutivos de delito "por lo que no se deduce testimonio a la autoridad judicial competente", añade en su informe. Para la Asociación contra la Tortura y su presidente, Teodoro Mota, encargado de la acusación popular contra los guardias civiles, esto "resulta inadmisible en un Estado de derecho".
Presumiblemente, la juez Nuria García de Lucas citará como inculpados en los próximos días al teniente Luciano Manuel Pérez de la Lama, quien firmó partes falsificados durante la estancia de los detenidos en el cuartel; al teniente coronel Manuel Gascón y al presunto doctor tricornio, Manuel Calvo Cano. Éste practica full-contact en un gimnasio del municipio, y según el padre de uno de los agredidos, José Luis Villanova, su descripción física coincide con la que de él hizo su hijo. El día de los hechos llevaba unos guantes de boxeo, los cuales se utilizan para practicar el deporte mencionado. "Todo parece indicar", advierte el padre de José Luis, "que Calvo Cano era el doctor tricornio, y que el teniente coronel le ha tratado de proteger".
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