Un joven británico hipnotizado queda con una edad mental de 8 años
Christopher Gates, un veinteañero británico, fue hipnotizado hace nueve meses por el mago profesional más famoso del Reino Unido, Paul McKenna, antiguo pinchadiscos que se ha hecho millonario con sus actuaciones en televisión: Gates sigue hoy bajo tratamiento psquiátrico y, los médicos estiman que ha regresado a la edad mental de un niño de ocho años.
El caso de Gates fue uno de los denunciados el pasado lunes en un debate en la Cámara de los Comunes, durante el cual Michael Forsyth, alto funcionario del Ministerio del Interior, prometió revisar la legislación de los espectáculos de hipnosis.
Según el diputado Tim Smith, Gates fue hiptnotizado durante más de dos horas por McKenna, que trabaja con unos 2.000 voluntarios al año en sus espectáculos. "Las normas ministeriales no fueron seguidas", dijo Smith, "y Gates fue conducido a un estado de regresión y no fue vigilado en esa fase. Tras el espectáculo, se sintió mal. Fue enviado a un centro psiquiátrico durante un mes. Hoy en día su estado se ha deteriorado gravemente, y piensa que tiene ocho años". "Debe ser acompañado por un adulto en todo momento", añadió Smith.
Prensa por medio
La familia de Gates negociaba el pasado lunes con cinco periódicos de difusión nacional, según su cuñada, que no quiso que se citara su propio nombre. "Christopher tiene ahora ciertas necesidades y el dinero vendrá bien", dijo.El gerente del Swan Theatre, en Buckinghamshire, donde se produjo la fatal hipnosis, señala que McKenna debe actuar allí el próximo febrero: "Trabaja en ese escenario unas seis veces al año y nunca ha habido problemas. Nada me llamó la atención la noche de Gates".
La ley que regula los espectáculos de hipnotismo en el Reino Unido data de 1952, y fue aprobada tras un caso de regresión sufrido por una mujer por una hipnosis en público. Luego se han registrado casos en que ese tipo de hipnosis era acusado de causar muerte, incapacidad o regresiones. El pasado año, Sharon Tabarn, de 24 años, madre de dos niños, murió tras ser hipnotizada en escena. Se le había ordenado besar a un extraño y se le dijo que después despertaría cuando 10.000 voltios tocaran su carne. Tabarn sentía terror ante la electricidad. Murió cinco horas después, después de quejarse de sentir sacudidas. La madre de Tabarn comenzó, tras morir su hija, una campaña contra la hipnosis, afirmando que provoca a menudo jaquecas, náuseas y miedo a dormir.
Godfrey Briggs, ex presidente de la Sociedad Británica de Hipnosis Médica y Mental, no cree que los espectáculos de hipnosis deban prohibirse totalmente, pero sí controlados y realizados con garantías.
The Independent EL PAÍS.
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