El G-7 busca una tecnología común para las autopistas de la información

Por primera vez en sus 19 años de historia, el Grupo de los Siete (G-7) va a dedicar una de sus reuniones, de forma monográfica, a un solo sector. Se trata de acordar una tecnología universal para las autopistas de la información, que evite la protección de mercados regionales y fomente proyectos piloto comunes, destinados a popularizar entre los ciudadanos el consumo de esos servicios.

Éstos serán los dos principales objetivos que, según explicó ayer el comisario europeo de Industria y Telecomunicaciones, Martin Bangemann, se debatirán en la próxima reunión que las siete economías más industrializadas del mundo celebrarán en Bruselas, en febrero, con representantes de la Comisión Europea.La creciente importancia de la industria de las telecomunicaciones en la economía mundial ha llevado al Grupo de los Siete (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá) a dedicar íntegramente una de sus anuales conferencias ministeriales a la búsqueda de una estrategia común, que permita el desarrollo de las autopistas de la información.

Martin Bangemann, que ayer dio una videoconferencia desde Bruselas sobre esta materia, señaló que el G-7 quiere poner los servicios que ofrecen las autopistas de la información al alcance de todos los ciudadanos (televisión a la carta, teletrabajo, televenta, telediagnóstico médico y otros).

Para ello, Bangemann defendió la necesidad de lograr la operatividad global de las telecomunicaciones. "Tenemos que empezar por crear inmediatamente un estándar común", dijo. "No pretendemos tener una tecnología sólo para Europa que nos permita proteger nuestro mercado. Limitar nuestras empresas de telecomunicaciones al mercado europeo iría en contra de su competitividad y su futuro".

Un estándar global -que Europa debe pactar con Estados Unidos y Japón, más avanzados en el desarrollo de las telecomunicaciones- permitirá impulsar las redes y universalizar su uso. Con el mismo fin, el G-7 debatirá la posibilidad de intercambiar información sobre las nuevas aplicaciones que descubran las empresas de cualquiera de estos países. "Lo ideal sería crear un inventario con estas aplicaciones al que tuvieran acceso todos", añadió el comisario europeo.

52 billones de pesetas

Para favorecer esta cooperación, Bangemann es firmemente partidario de las alianzas trasatlánticas entre los grupos de comunicación. "Eso sí, siempre que estas alianzas respeten las leyes de la competitividad y no se cree una posición dominante del mercado".Con la misma convicción, el comisario cree que el desarrollo de esta industria debe promoverlo el sector privado. "No necesitamos dinero público", aseguró. Bangemann calcula en 400.000 millones de dólares (52 billones de pesetas) la inversión que requiere el desarrollo de esta industria.

"Lo mejor que pueden hacer los políticos es establecer un marco legal en áreas como la propiedad intelectual y la protección de la seguridad de la información, que despeje toda duda a los inversores". Para tener un contacto directo con estos posibles inversores, el G-7 ha convocado a unos 45 líderes empresariales para una mesa redonda paralela a la conferencia.