'El gran tiburón blanco' enseña esta noche los colmillos en Canal +
Es un asesino nato. Le llaman el terror blanco, el diablo de los mares, y es una máquina de matar perfecta. Disfruta del mejor diseño hidrodinámico, tiene dientes como serruchos y se excita con el olor de la sangre. Así aparece en el reportaje El gran tiburón blanco, que Canal + emite esta noche a las 22.00, en el espacio reservado habitualmente para los estrenos cinematográficos, dentro de su política de ofrecer una vez al mes en horario de máxima audiencia un documental de elevada calidad técnica y visual.
Es evidente que resulta difícil realizar buenos documentales con animales de esta calaña. Paul y Gracie Atkins, especialistas en reportajes sobre naturaleza, han conseguido superar los trabajos de Nicholas Noxon (Los tiburones) y Jacques Cousteau (Los tiburones de la isla del tesoro).Para lograr nuevas imágenes se han visto obligados a saltarse las normas de seguridad habituales cuando se trabaja con tiburones blancos: nada de jaulas de protección, nada de cebos, nada de alterar sus costumbres... La cadena británica BBC y la prestigiosa National Geographic Society, coproductoras de El gran tiburón blanco, han invertido en la grabación de este documental 100 millones de pesetas, cuando el presupuesto habitual para este tipo de rodajes raramente supera los 50 millones.
Un villano mítico
Villano en cientos de historias y cuentos, injuriado por películas como Tiburón, el silencioso cazador de las profundidades vive rodeado de mitos y leyendas. Para viajar por primera vez al mundo del tiburón blanco, los responsables de este documental británico sabían que era necesario poder nadar junto a él.Para conseguirlo han renunciado a la protección de las tradicionales jaulas, y se han enfundado unos monos de malla metálica. Para capturar el vértigo de su navegación han utilizado una técnica de filmación , absolutamente original: colocar junto a la aleta dorsal de algunos ejemplares un dardo con una cuerda unida a una minicámara especial (Critter-cam), dotada de una cinta de dos horas de duración.
Una vez clavada en su dura piel, los especialistas siguen por radio el rastro, del animal y esperan a que, pasados 120 minutos, el agua salada disuelva la cuerda. Cuando la cámara sale a flote, el equipo de rodaje se encuentra con una cinta irrepetible. La vida privada del gran matador blanco. Después de montar todo ese material, aseguran sentir "algo más que simpatía por este diablo del mar".
El tiburón tiene un lenguaje corporal propio, que se empieza a conocer ahora. Su vida social es tremendamente compleja, tanto como su relación de odio-amor con sus víctimas favoritas, las focas. Las imágenes han sido tomadas en California y en Suráfrica, lugares donde se les considera especie protegida. Este escualo puede ser también localizado en los mares cálido-templados subtropicales y tropicales del planeta.
El gran tiburón blanco es el primero de una nueva serie de reportajes , titulada Especiales de la BBC, que pretenden analizar la vida y misterios de los grandes depredadores del planeta mediante técnicas de filmación poco habituales, que permitan captar imágenes inéditas de estos animales.
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