El Madrid B aburre
Los goles no están reñidos con el aburrimiento. El bostezo es compatible con los movimientos del marcador y así se puso de manifiesto ayer en la Ciudad Deportiva. El Real Madrid y el Hércules se enfangaron en una poco vistosa disputa en la que el desorden reinó en todo momento. Los goles fueron isletas en un mar de sudor escasamente rentable, sobre todo para los blancos.
Empezó marcando el Hércules en una jugada a balón parado botada con picardía por Parra y culminada en carrera por Benito Sánchez. Pedro se encargó de remontar la contienda en cinco minutos con dos goles bien facturados que devolvieron la esperanza a las gradas. Y un fallo de Velasco en defensa dejó un balón en el aire que la bota de Luismi se encargó de transformar en empate. No hubo más. El equipo que antaño solía divertirse tocando la pelota ahora aburre al más forofo.
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