Samaranch asegura que el cisma ha terminado

El astuto presidente de la Federación Internacional (FIDE), el filipino Florencio Campomanes, desbordaba alegría el sábado tras convencer al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, de que el cisma del ajedrez ha terminado. Así allanó el camino para incluir a su deporte como uno de los de exhibición en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 y para trasladar la sede de la FIDE a Lausana (Suiza). Sin embargo, el filipino deberá afinar su maestría diplomática para que un apoyo del 66% de los 153 países afiliados le permita mantenerse en el cargo.Campomanes se unió a la conversación de Samaranch con EL PAIS justo cuando el presidente del COI afirmaba: "Estaba preocupado por el cisma del ajedrez. Pero, tras la reunión de hoy, veo que el tema está resuelto y que el señor Campomanes continuará durante un periodo más". El filipino reaccionó con una estentórea carcajada y masculló: "No, no", dando a entender que la realidad no era exactamente así.

. Samaranch, aficionado al ajedrez, dijo que se mantiene informado sobre los conflictos que rodean a este deporte a través de la radio -"la escucho por las mañanas, mientras hago gimnasia"- y se despidió con esta declaración oficial: "Me siento feliz al ver juntos al presidente Campomanes y al campeón mundial [de la Asociación Profesional (PCA)] Gari Kaspárov. Puedo constatar con placer que el. enfrentamiento en la familia ajedrecística se ha terminado y ha llegado la época de paz. Es una premisa del futuro olímpico del ajedrez".

Pero la paz aún no está firmada. Campomanes y Kaspárov han pactado para que el primero sea presidente dos años más y organice un duelo de reunificación entre los campeones de la PCA y de la FIDE [cuyo actual titular es Anatoli Kárpov], con una bolsa de varios millones de dólares; incluso han contactado con un eventual patrocinador, el industrial indio Ravi Sanghi.

En busca de apoyos

Sin embargo, los dos antiguos enemigos que ahora se abrazan necesitan un apoyo de, al menos, los dos tercios de la Asamblea General de la FIDE, que comienza el jueves. En la agenda se incluyen los comicios para sustituir a Campomanes, que no se ha presentado a la reelección tras doce años de mandato.

Dos de los tres candidatos -el francés Bachar Kouatly y el portugués Joaquim Durao- transmitieron ayer a este diario su "rotundo rechazo a esa clase de componendas que rozan la ilegalidad". Sólo el griego Georgyos Makropoulos, al que Kaspárov apoyaba antes de su pacto con el diablo, parece proclive al arreglo.

Todo este lío ha arrinconado a Kárpov que, a fin de cuentas, es nada menos que el campeón de la FIDE. Ni él, ni los excampeones Botvínik y Smyslov, también residentes en la capital rusa, fueron invitados a la ceremonia de inauguración. Anteayer, mientras jugaba al bridge a las tres de la mañana, Kárpov mostró un fax de la FIDE invitándole a la Olimpiada y al Congreso. El documento estaba fechado el día 1; la inauguración fue el día anterior.