La derecha francesa entierra el proyecto de unas primarias presidenciales

Las primarias presidenciales, en las que se debía elegir al candidato único de los partidos conservadores, no se celebrarán jamás. Un comité mixto de la Reagrupación para la República (RPR, gaullistas) y de la coalición Unión para la Democracia Francesa (UDF) dictaminó ayer su inviabilidad. Aunque la idea estaba contenida en los pactos que fraguaron, en 1991, la actual coalición de Gobierno, el comité señaló que "ya fuera de los plazos inicialmente previstos y en condiciones de organización aleatorias, o bien precarias, en el plano jurídico y organizatívo, [la idea de unas primarias] es particularmente azarosa".

El propio ministro del Interior, Charles Pasqua, principal abogado de la idea, admitió la derrota y afirmó que "con primarias o sin ellas", haría "todo lo posible" para que se lograra la unidad. Enterrado el mecanismo de selección de un candidato único, los dos principales líderes de la derecha, Edouard Balladur y Jacques Chirac, ambos gaullistas, parecen abocados a una guerra psicológica. El objetivo es ahora atacar y desmoralizar al rival hasta que renuncie a concurrir en la primera vuelta electoral.