_
_
_
_
FÚTBOL PRIMERA DIVISIÓN

La salvajada impune

Santiago Segurola

En un acto aberrante, lleno de brutalidad y miseria moral, el grupo Ultra Sur convirtió el Bernabeú en un patíbulo. El ahorcado era un muñeco vestido de color naranja. Simbolizaba al periodista José María García. Los fanáticos rieron. Golpearon el muñeco y celebraron el ahorcamiento con la intolerancia que caracteriza a los criminales. Fue una nueva demostración de los peligros que acechan al fútbol. En esos grupos radicales -desde los Ultra Sur a los Herri Norte- anida el huevo de la serpiente. Su crecimiento y su impunidad es directamente proporcional al silencio de los aficionados, los periodistas y los directivos. Estas bandas quieren convertir el acto festivo del fútbol en un espectáculo siniestro.La escalada de violencia ha comenzado. Primero fueron los gritos, luego las consignas fascistas, más tarde las agresiones y ahora se ha llegado al penúltimo peldaño. El ahorcamiento simbólico de García es una invitación a la locura del crimen. Hace años aparecieron unos carteles en las cunetas de las carreteras vascas. "El mejor patrón, es el patrón colgado", decían. Murieron los patrones, y el clima de violencia se hizo irrespirable. En gran medida sucedió por el silencio de la gente.

Más información
El Madrid continúa su escalada

En el fútbol ocurre lo mismo. Nadie en el Madrid dio la orden de retirar el muñeco ahorcado. Los directivos asistieron impasibles a la de la salvajada. Ninguno tuvo dignidad, sensatez ni coraje. Cada domingo permiten la impunidad y el crecimiento de la intolerancia, la violencia y la miseria que se instala en los fondos de los estadios.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_