La banda mantiene una dirección fuerte pese a la escasez de militantes
ETA tiene una dirección sólida, pese al último golpe que le ha asestado la Guardia Civil y la policía francesa hace unos días en Tolón, pero en cambio cuenta con "unas bases muy debilitadas por los problemas para captar a nuevos militantes", según expertos antiterroristas. Además, a la vista de los documentos y las nóminas incautados en la operación, ETA sufre graves problemas económicos, por lo que Interior cree que planea un secuestro en el País Vasco.El hilo conductor de la operación de Tolon fueron las pistas reunidas en tomo a Félix Alberto López de la Calle Gauna, Mobutu, considerado número dos de ETA como jefe del aparato militar. Mobutu y cuatro correligionarios más -entre ellos el jefe del aparato de captación e información- fueron capturados en un piso de Tolón, en la Costa Azul francesa, lejos de su santuario habitual. Mantenían una reunión sobre la necesidad de presionar a los simpatizantes para lograr su incorporación a filas y, además, para planear atentados.
La cúpula etarra, sin embargo, tiene "un nivel de operatividad muy aceptable" bajo la dirección de Iñaki de Gracia, Iñaki de Rentería, según los analistas policiales. Cuentan con una sofisticada red informática denominada Sarea, un sistema de comunicación clandestina por fax e interceptadores de comunicaciones.
Ayer se concretó que en el piso de Tolón había 1.400.000 pesetas y unos 30.000 francos franceses. Parte del dinero estaba distribuido en sobres cerrados y con diversos nombres de guerra. Los expertos creen que se trata de la nómina de activistas y refugiados.
Entre la documentación etarra intervenida figuran seis policías de Guipúzcoa, ninguno de los cuales está en la lucha antiterrorista. Alguno de los agentes ha tardado varios días en ser alertado por sus jefes de que figuraba entre los potenciales objetivos de ETA.
Dos extradiciones
Mientras, el tribunal de apelación de París ha autorizado al Gobierno francés a proceder a la extradición a España de los presuntos etarras Jesús García Corporales, Gitanillo, de 34 años, y Miguel Ibarguren Errasti, de 27. La Audiencia Nacional planteó cinco demandas de extradición de García, Corporales por atentados con bomba cometidos entre 1988 y 1990 en España. El caso de Ibarguren se refiere a un atentado con bomba cometido en 1990 en Zarauz. Ahora, el Gobierno francés debe decidir si los entrega.
La juez de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao dio ayer el tercer grado al etarra Juan José Gamboa Galarregui, de 41 años, preso desde diciembre de 1981. Estaba condenado a 24 años por estragos, depósito de armas y explosivos y por volar un transformador en San Juan de Luz (Francia).
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