Un aristócrata tímido y amante de la moda

Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, nació en Pamplona el 7 de abril de 1963. Es el cuarto hijo de los seis que tuvieron Amalio de Marichalar Bruguera -fallecido en 1979-, conde de Ripalda, y Concepción Sáenz de Tejada y Fernández Boadilla. Pertenece a una noble familia española. Su abuelo paterno, Luis de Marichalar y Monreal, vizconde de Leza, fue ministro y diputado durante el reinado de Alfonso XIII. De él recibió el padre de Jaime el título de Conde de Ripalda, que ahora ostenta Joaquín Amalio, el hermano mayor de esta familia. Su tío, José Sáenz de Tejada, fue jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.Sus primeros estudios los realizó en el Colegio de los Jesuitas de Burgos. Posteriormente, junto a su familia, se instaló en Madrid, donde ingresó en el Colegido San Estanislao de Kotska, completando su formación en la Yago School de Dublín. Su formación académica, precisó ayer la Casa del Rey, se ha orientado hacia el campo de la economía en la especialidad de gestión de empresas y mercadotecnia. La Casa del Rey no refiere ninguna titulación académica. Hace siete años comenzó a trabajar en París -donde reside-, en el sector de la banca. Ahora trabaja en la sucursal del Crédit Suisse en la capital francesa.

Es un hombre de un carácter serio y reservado. Sus compañeros de estudios le recuerdan como un alumno normal, sensato, equilibrado y muy educado, que "siempre obtenía muy buenas notas". Sus amistades en París aseguraron ayer a EL PAÍS que es "una persona encantadora y muy simpática, especialmente en un ambiente informal". Otros le consideran excesivamente tímido.

Goza de gran popularidad entre sus amigas por ser un inmejorable acompañante y asesor a la hora de ir de compras para renovar el vestuario. De hecho, el último acto público al que acudió en París fue un desfile de modas en el Salón de Otoño, al que acudió acompañado por Sonia Márquez, hija de Tessa de Baviera, que está casada con uno de sus mejores amigos.

Acosado por la prensa

Desde que hace un año se descubrió la íntima amistad que mantenía con doña Elena, Jaime de Marichalar ha visto cómo su vida en París se veía alterada por la continua persecución a la que era sometido por la prensa del corazón. En los últimos meses su actividad diaria se limitaba a acudir cada día al trabajo y refugiarse los fines de semana en el domicilio de algún amigo de confianza.

La atención que levanta su presencia le hizo variar sus planes este verano. Renunció a Viajar a Mallorca, donde todos los años pasaba al menos dos semanas en compañía de su tía Coco, hermana de su padre, poseedora de una fortuna valorada en 1.000 millones de pesetas, quien decidió hace unos meses nombrarle su único heredero.

Visitante habitual de la Embajada de España en París, era invitado a todas las recepciones. Acudió al acto que en mayo se organizó para festejar las victorias de Arantxa Sánchez Vicario y Sergi Bruguera en el torneo de tenis de Roland Garros. No estuvo presente, en cambio, en la fiesta celebrada en honor del ganador del último Tour, Miguel Induráin. La razón fue que ese día estuvo allí doña Elena.

Ayer, tras hacerse oficial el compromiso, Álvaro Marichalar, hermano de Jaime, manifestaba su satisfacción por entroncar con la familia real. "Es una gran responsabilidad", declaró a la agencia Efe en Soria, donde la familia posee la finca Garrejo.