La ofensiva de IU en el 'caso Palomino' destapa las divisiones internas en la coalición de Anguita
Diputados y dirigentes de Izquierda Unida (IU) critican en privado en los últimos días, en algunos casos con notable acidez, la actuación de esta fuerza política en el caso Palomino. Las críticas son, en el fondo, la culminación del desagrado experimentado por miembros de Izquierda Unida que no comparten la forma en que la coalición ha llevado este tema, y, ahondando más, el modo de dirigir el grupo parlamentario de IU. Para estos diputados, ni hay dirección ni estrategia -"salvo la de acosar al Gobierno"- tampoco fundamentos políticos ni técnicos en muchas de las actuaciones del grupo
Estos parlamentarios consideran que IU se ha precipitado en acusar a Feve de haber favorecido irregularmente a la empresa CAE y lamentan que ni la presidencia federal de IU ni su grupo parlamentario hayan debatido a fondo su estrategia a seguir sobre este caso.Los diputados que han criticado esta situación han pedido la reserva de sus nombres por temor a la descalificación y el ostracismo. En palabras de uno de ellos: "Se admite una cierta crítica dentro de la coalición, pero si discrepas públicamente o robas foto al líder acuérdate de Nicolás Sartorius o Cristina Almeida- te laminan".
El clima de disgusto ha culminado con las descalificaciones vertidas el miércoles por Rosa Aguilar contra Felipe González, al que llegó a llamar "presidente de la corrupción". La intervención, calificada por alguno de sus compañeros como "espeluznante y sin fondo real", fue una auténtica sorpresa para la mayoría del grupo. "Se ha ido más lejos de lo que iría la derecha".
Rosa Aguilar, una de las dirigentes en quien más confía el líder de IU, Julio Anguita, indica que, "no ha habido ningún problema en el grupo" sobre las acusaciones a Feve, de las que se ha informado al resto de los parlamentarios. "Nadie ha dicho nada en las reuniones", añade. Aguilar, que no quiere "opinar sobre las opiniones de sus compañeros", cree que su grupo ha obrado con "total prudencia".
Antes de la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles, el grupo parlamentario de IU-IC mantuvo dos reuniones: una el martes por la mañana y otra, la que- habitualmente celebra los miércoles a las tres de la tarde. En ninguna de las dos se trató la pregunta que Aguilar iba a formular a González ni la estrategia a seguir por IU en el caso Palomino, pero tampoco "nadie solicitó un debate sobre ello", como reconoce el diputado Diego López Garrido.
Otro momento de fuertes fricciones se produjo días antes, cuando, en contra de la opinión de otros diputados, Rosa Aguilar y Manuel García Fonseca dieron una conferencia de prensa para destapar el posible trato de favor de Feve a CAE. En aquella ocasión, algunos diputados intentaron hacer ver que en contrataciones de este tipo hay demasiados factores como para asegurar taxativamente que había irregularidades. Según estos medios, "hay casos de corrupción en gobiernos del PIP, como autonomías o ayuntamientos, y no hemos empleado la misma energía para denunciarlos".
Sin embargo, los diputados y dirigentes críticos en este asunto no niegan veracidad a los documentos sobre Feve que IU ha aportado, pero creen que se decidió dar la información sin trabajarlos con mayor rigor.
Como ejemplo de esta falta de rigor los diputados narran el modus operandi en uno de los casos: las posibles irregularidades detectadas en el organismo autónomo Servicio Militar de Construcciones, del Ministerio de Defensa. Algunos diputados. advirtieron a Ángeles Maestro que no había materia. suficiente para la denuncia. La diputada acudió a Julio Anguita, que se limitó a darse por enterado. La conferencia de prensa se celebró. Según la versión de un testigo, Anguita, al ser advertido de la falta de consistencia de la denuncia, llegó a recriminar a Ángeles Maestro que le comentaran las cosas por los pasillos".
Pero, sobre todo, el malestar se centra en "una dirección errática del grupo, sin fuerza ni rigor político". El grupo de IU-IC no ha debatido en esta legislatura las intervenciones concretas de cada parlamentario, salvo en dos casos: la investidura del presidente del Gobierno y el debate del estado de la nación.
Las discrepancias no se limitan a la forma de llevar estos temas. "Hay", dicen estos dirigentes, "una estrategia cuyo único hilo argumental es el ataque al Gobierno y, si es posible, a Felipe González". En esta dinámica incluyen lo que denominan el "clan de los andaluces", en el que se encuentran Antonio Romero, Rosa Aguilar, Felipe Alcaraz y el propio Anguita. Y señalan precisamente que "el odio enfermizo de Anguita" hacia el presidente del Gobierno es una de las claves de esta situación. Eso y "el afán de publicidad de algunos dipu tados", matizan.
