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Cortocircuito en Pesa

La suspensión de pagos de la empresa deja colgados importantes pedidos

Pesa Electrónica pesa más de lo que parece. La imagen del arquero Antonio Rebollo cuando encendió el pebetero de los Juegos de la Olimpiada de Barcelona llegó a millones de televisores gracias a una mediana empresa madrileña (de 320 trabajadores). Pesa Electrónica organizó, junto con Panasonic, toda la infraestructura audiovisual de los Juegos Olímpicos. Pero hoy Pesa Electrónica aparece como una sociedad famélica cuyas peticiones de ayuda son contestadas por pocos. Y unos cuantos clientes -entre ellos los responsables de las telecomunicaciones de los Juegos Olímpicos de Atlanta- se han quedado colgados sin sus pedidos.En 1989, la empresa Inisel, del INI (grupo de empresas públicas), vende Pesa Electrónica al grupo Amper, donde fue considerada la joya de la corona". Más tarde, en 1991, Pesa Electrónica compró Chyron, una sociedad estadounidense en quiebra que cotizaba en Wall Street y que volvió a tener beneficios en menos de medio año, según datos facilitados por Pesa en aquellos tiempos. El grupo Amper, presidido por Antonio López, decide venderla el pasado mes de abril a una empresa, Sepa, con la intermediación de un bufete de abogados de Estados Unidos. Los sindicatos recuerdan que la empresa norteamericana se comprometía en el contrato de compra a que Pesa Electrónica no suspendiera pagos ni quebrara en un plazo de cuatro meses tras la firma; punto que no se ha cumplido, según han denunciado las centrales sindicales.

Hoy, Pesa Electrónica se encuentra en suspensión de pagos y su plantilla lleva más de tres meses sin cobrar. Clientes, colaboradores y colegas del sector no tienen ningún reparo en mostrar su "tristeza", "extrañeza" o "sorpresa" ante la situación.

Un cliente sólo dice: "Lo que ha pasado es impresionante: compran una empresa norteamericana en baja, la han potenciado hasta dejarla boyante y suspenden pagos". "No entiendo cómo no ha actuado un organismo como el Instituto Nacional de Industria o el propio Gobierno". Desde el sector se ve así Pesa: "Es la única empresa española con tecnología propia, fabricante de equipos punteros que se venden en todo el mundo. Es incomprensible que se haya dejado morir de esa manera". Todas las personas consultadas dan vueltas sobre la misma idea: "Suponiendo que hubiera ido mal por cuestiones puramente empresariales, se podía reestructurar o ajustar la plantilla, pero no mandarla al garete".

La unidad móvil

Entre los encargos de Pesa se encuentra el montaje de los repetidores que llevan la señal televisiva por todo México. "Gracias a Dios, logramos hacer el último embarque antes de que se produjera la suspensión de pagos", explica Carlos Rebol, consejero delegado de Iberovisa, que actúa de intermediario entre la empresa mexicanaTelevisa y Pesa Electrónica. "No nos ha perjudicado gracias al esfuerzo de los trabajadores de Pesa, que hicieron de tripas corazón". El envío que se organizó en septiembre llevaba los últimos cuatro equipos de transmisores para rebotar la imagen de montaña en montaña.Otro de sus frentes de trabajo es, tras la experiencia de Barcelona 92, ser subcontratista de la japonesa Matsushita Electric Industrial Co. Ltd. (la madre de Panasonic) dentro del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Atlanta. Desde esa ciudad estadounidense, un responsable de esa área que no quiere identificarse explica que las repercusiones de la suspensión de pagos de Pesa en el montaje audiovisual de los próximos Juegos será superable. "Lo que ellos estaban aportando desde España es la experiencia y el diseño de ingeniería, que es mucho", añade.

Frente al intangible de Atlanta está el tangible de Canal+ España. La cadena de televisión había encargado a Pesa dos unidades móviles. Una de ellas iba a ser la de mayor dotación técnica de España, explican fuentes de la compañía. Los 16 metros del remolque llevarían 12 cámaras, 2 minicámaras, 2 microcámaras y 10 magnetoscopios. "La carrocería del vehículo está hecha y el equipamiento comprado a otros fabricantes, lo tenemos en almacenes ajenos. Pesa se encargaba de fabricar los identificadores de fuentes y de llevar a cabo el ensamblaje, montaje, cableado y puesta a punto de las unidades móviles", añaden estas fuentes. El presupuesto total de la unidad móvil más grande es de 500 millones de pesetas, y el de la pequeña, cuyo proyecto se ha aparcado, de 250 millones. Canal + busca ahora cómo "recuperar el tema con otros suministradores de menor prestigio, porque Pesa ha fabricado entre el 90% y el 95% de las unidades móviles que hay en España

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Pesa Electrónica ha sido una escuela dentro del mundo de las telecomunicaciones, y ha surtido de profesionales a las televisiones privadas y autonómicas. Un experto en telecomunicaciones, ex empleado de Pesa, explica, desde su despacho de una cadena de televisión, en qué consiste el arte de Pesa: "Una televisión se compone de equipos de mil proveedores diferentes y Pesa se ocupa de ensamblarlos, y para hacer eso hay que saber; y en Pesa se aprende".

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