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El AVE bate sus marcas

La devolución del dinero por retrasos superiores a cinco minutos atrae a los viajeros

No se sabe qué ha tenido más tirón: si el anuncio de devolver el importe del billete cuando los retrasos superan los cinco minutos o el escándalo que se montó a los pocos días cuando una avería dejó tirados a cinco trenes AVE y 900 pasajeros.Dos meses después de lanzar la campaña publicitaria del compromiso de calidad total en puntualidad, la gerencia del AVE ha presentado unos resultados que baten marcas en la corta historia del tren de alta velocidad español. El órdago cumplió sus objetivos. En el momento de lanzar la campaña la ocupación del AVE se deslizaba peligrosamente hacia el descenso de pasajeros en relación al año anterior; a los pocos días, la curva del tráfico de usuarios giró su rumbo para colocarse en incrementos positivos del 24%, como ocurrió entre los días 24 y 30 de octubre, una semana en la que se batió la marca de usuarios del AVE con 47.910 viajeros transportados.

Esa semana, que coincidió con el puente de Todos los Santos, se ha situado en el panel de récords del tren de alta velocidad. El día 28 movilizó a 10.761 pasajeros, 1.722 (19,1%) más que en el récord anterior, alcanzado en abril. Las lanzaderas que viajan entre Madrid y Ciudad Real o Puertollano también superaron sus propias marcas al trasladar 4. 108 viajeros ese mismo día. Y para redondear el triunfo, en octubre, tanto el AVE como las unidades Talgo que circulan por línea de alta velocidad establecieron sus propias marcas con 195.592 y 333.590 viajeros, respectivamente.

Frente a estas cifras, el desembolso de nueve "millones de pesetas para abonar los billetes de viajeros efectados por el patinazo inicial es una minucia. El gerente de la unidad AVE, Juan Luis Cuesta, dijo en la presentación del balance de la campaña que esa cantidad figuraba en las previsiones. Hasta estas fechas llevan gastados, 40 millones de pesetas en reclamaciones. Menos de las que deberían abonar si todos los clientes se acogieran al derecho de exigir la devolución del importe de los billetes; a la cuarta parte se les olvida reclamarlo o no les compensa acudir a Renfe en el intervalo de 60 días que disponen para hacerlo.

A pesar del tirón en el tráfico de viajeros, el AVE sigue pegado al suelo. Le cuesta remontar el vuelo de los beneficios. Maneja ingresos de 16.000 millones de pesetas anuales, pero al descontar gastos el balance se queda muy ajustado. El año pasado cerraron la caja con 89 millones de pérdidas. Cuando concluya el actual ejercicio esperan invertir el signo y alcanzar 500 millones de beneficios.

Menos es nada, en un negocio que tanto ha costado poner en marcha. Con estas perspectivas, los responsables del AVE no quieren oír hablar de modificación de tarifas. De momento se quedan como están. La campaña de la puntualidad contenía también un amplio abanico de tarifas que facilitan el uso del tren. Por eso ha tenido una escasa repercusión económica el incremento de viajeros; tan sólo 281 millones de ingresos adicionales en los dos meses.

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