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El precio de unas islas

La oferta de Menem para comprar las Malvinas divide a sus 2.158 habitantes

Juan Jesús Aznárez

Carlos Menem abandonó las sierras pampeanas con la apariencia de José María el Tempranillo, se atildó patillas y pelambrera en la investidura presidencial, y, aunque viste al detalle, desde entonces siempre conservó la faca porque urbanidad y gobierno son a veces incompatibles. "¡Turco, maestro!", le aclaman muchos cuando camela con talento y réditos.Menem apioló al radicalismo con el abrazo del oso, desarmó a los sindicatos en un país con tajo suficiente para la protesta, y su intuición, frecuentemente adivina, dirige gran parte de las maniobras. Ahora, en las islas Malvinas, bajo dominio británico, también ha dividido: un 26% de los kelpers, con gran sentido común, se muestra dispuesto a vender voluntad y soberanía por una suma a negociar como caballeros.

El sociólogo Manuel Mora y Araujo ha proporcionado al diario Clarín los resultados de la encuesta efectuada en las islas por la consultora británica Mori por encargo de un grupo de empresas supuestamente relacionadas con el Gobierno argentino. Como era previsible, recula el nacionalismo ovejero y un 26% de los 2.158 habitantes de estos territorios en el Atlántico sur no duda en extender la mano: aceptaría una indemnización, entre 75.000 y 1,5 millones de dólares, a cambio de la entrada argentina. El 58% no aceptaría arreglo económico. "No puede ser, ese 58% es mentira porque los británicos cuando ven una libra... ", acusaba obscenamente un periodista argentino que vivió en Londres.

Los malvineses brincan como con guindillas picantes desde que los apoderados del Turco comenzaron con la flauta. No viven. Wendy Teggart miembro del Consejo Ejecutivo de las islas, admite el desasosiego del vecindario, en permanente reflexión desde que se amagó con las 30 monedas. "Tenemos seguridades del Gobierno británico de que no nos va a abandonar, pero nadie sabe lo que pasará en cinco a diez años. Algunas personas preferirían tener en sus bolsillos un millón y medio de dólares a no tener nada". El canciller argentino, Guido di Tella, corroboraba, más elegante, el juicio del corresponsal en Londres. "Fíjese lo que resulta de mi conocimiento del modo de ser británico, que son mucho más fríos que nosotros en el tema del dinero, que manejan de modo más realista".

"¿Comprar las Malvinas? A mí me parece muy bien. Me parece una iniciativa inteligente", defendió aquí Fernando Morán, presidente de la Comisión Institucional del Parlamento Europeo y ex ministro español de Asuntos Exteriores. En declaraciones a este diario sostuvo que, una vez fracasada la ilegal bravuconada patriotera del año 1982, algo hay que hacer para lograr un arreglo pacífico. Respecto a Gibraltar, recuerda que, en el año 1986, "propuse un condominio o el arrendamiento, una vez restaurada la soberanía española". Morán lamenta que desde hace casi diez años apenas se haya avanzado.

"Y lo siento mucho porque me esforcé en el tema y logré que los británicos aceptasen discutir la soberanía; eso fue un paso adelante. Después se ha hecho muy poco, comentó.

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