Mitterrand se despide del África francófona en la cumbre de Biarritz

François Mitterrand presidió ayer en Biarritz la apertura de la 18ª cumbre franco-africana. Fue su adiós a los países africanos como presidente francés, la última clase de una asignatura, la africana, que Mitterrand ha suspendido claramente en sus dos mandatos.Como símbolo del fracaso, la ausencia de representantes de Ruanda: tras la cooperación con el régimen genocida del fallecido Juvenal Habyarimana y el papel ambiguo de la intervención militar llamada Operación Turquesa, Francia no se decide a reconocer plenamente al nuevo Gobierno protutsi del Frente Patriótico Ruandés. Los antiguos dirigentes, los extremistas hutus, interpretan la actitud francesa como un apoyo a sus posiciones y se preparan a la reconquista desde los campos de refugiados en Zaire.

François Mitterrand delegó la política africana en su hijo Jean Christophe, ex periodista de France Presse, conocido como Papamadi (papá me ha dicho) en todas las capitales del continente negro.

Padre e hijo no sólo mantuvieron, sino que reforzaron la vieja política francesa respecto a sus colonias: apoyo a dictadores (Mobutu en Zaire, Habyarimana en Ruanda), intervenciones militares y negocios turbios.