Los parlamentarios se autocritican por la demora en nombrar defensor del pueblo

Fernando Álvarez de Miranda fue propuesto ayer para defensor del pueblo, casi por aclamación de todos los grupos parlamentarios. Margarita Retuerto recibió a título póstumo encendidos elogios a su labor como defensora del pueblo interina durante más de un año. Los diputados de la comisión mixta Congreso-Senado decidieron autoflagelarse, moderadamente, mientras los minoritarios aprovecharon la ocasión para recordarles al PSOE y al PP su incapacidad para lograr el acuerdo durante año y medio.La intervención más dura correspondió a Diego López Garrido, portavoz de Izquierda Unida, que acusó al PSOE y al PP de haber usado la negociación sobre las vacantes institucionales "como una fórmula de desgaste mutuo, con vetos a candidatos" y dando muestras de "incapacidad para evitar que la legítima confrontación partidista se traslade a las instituciones".

López Garrido recordó que, tiempo atrás, un 43% de los ciudadanos consideraba satisfactoria la labor del Parlamento, según una encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), mientras que en mayo pasado sólo un 28% se declaraba satisfecho. Criticó, además, la ausencia casi total de mujeres entre los elegidos y propuso que dos de ellas ocupen las adjuntías al Defensor del Pueblo.

Francisco Valls, del PSOE, dijo que había llegado a la comisión convencido de que "no era una día de polémica" y devolvió la pelota a López Garrido asegurándole que las negociaciones han sido oscuras y sin presencia de mujeres cuando ha intervenido en ellas Izquierda Unida.

Balbino Badés, portavoz del PP, se limitó a decir que "todos han aprendido la lección" del retraso en el acuerdo, y que no le parecía procedente criticar a otros grupos.

Jordi Casas, de CiU, habló de la "lamentable actuación del Congreso de los Diputados" en este asunto y aseguró que "no es buen ejemplo". Hizo un elogio a la defensora del pueblo adjunta, Margarita Retuerto, y dijo que a su grupo le habían "dolido profundamente" algunos comentarios que se hicieron cuando compareció en el Congreso para presentar la memoria anual, en referencia, al parecer, a alguna frase poco amable del ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Ricardo Sanz, del PNV, aseguró que tenía el "regusto amargo" por la demora en la elección "imputable a todos, pero especialmente a los grupos mayoritarios" y por el hecho de que Retuerto no haya sido elegida como defensora del pueblo.