Un estallido social paraliza Guatemala con barricadas y saqueos

Un caos total. Un hombre apuñalado. Tiroteos que han dejado un saldo de tres niños heridos. Asaltos a supermercados. Apedreamientos de autocares. Barricadas. Así amaneció ayer la capital de Guatemala por segundo día consecutivo. La decisión unilateral de los empresarios del servicio urbano de autobuses, que incrementaron en casi un 50% el precio del billete desencadenó el estallido social.

Las protestas se iniciaron la noche del miércoles, cuando grupos de encapuchados secuestraron 20 autobuses urbanos en la inmediaciones de la Ciudad Universitaria y los llevaron hasta el campus central, donde procedieron a quemarlos. En medio de los disturbios, una persona que participaba en las protestas murió acuchillada en circunstancias todavía no esclarecidas.La incapacidad de las fuerzas de seguridad para imponer el orden se refleja en el hecho de que un grupo de enmascarados, presuntamente estudiantes universitarios, se apropió de un furgón policial, que fue quemado con articular algarabía en una de las entradas a la Ciudad Universitaria, sin que los agentes del orden fueran capaces de hacer valer su autoridad.

Muchos comercios han cerrado sus puertas y los trabajadores permanecen en sus casas por miedo a la violencia callejera. El Ayuntamiento de la capital (2,5 millones de habitantes) anunció por la radio que ha logrado el apoyo del Ejército para establecer un servicio gratuito de autobuses que permita a los ciudadanos llegar hasta sus hogares.

El Congreso, donde los diputados se enfrascaron en discusiones, condenó la decisión de los empresarios de aumentar el precio del billete, como violación, de la ley que rige los servicios públicos esenciales y recomendó al Gobierno la urgente mitarización del servicio de transporte público.