Risas a medianoche

"Di que tú eres el mejor, hincha tú eres el mejor... escuchando el transistor". Son las doce de la noche y la canción que el equipo de El larguero utiliza para presentar el programa comienza a sonar. 90 invitados abarrotan las tres filas de sillas que circundan el estudio. Vienen a ver a José Ramón de la Morena, de 37 años, el director de El larguero, que ha convertido el programa en un espacio lúdico-deportivo donde las risas y las bromas forman parte del espectáculo."A ver finstro", le dice De la Morena a Michael Robinson, uno de los habituales del programa. El público, que acude al estudio dispuesto a reírse, responde al unísono con las primeras carcajadas de la noche. Junto a Robinson, los demás contertulios de hoy: los periodistas Alfonso Azuara, Manuel Esteban, Santiago Segurola y Alfredo Relaño.

El día de la emisión del programa (el pasado martes) hubo jornada europea, así que tocaba añalizar los partidos del Real Madrid, Athletic de Bilbao y Deportivo. Para empezar, comentario del partido del equipo blanco y conversación con Dani, un joven delantero del Madrid que marcó dos goles en el encuentro contra el Dinamo de Moscú. Mientras De la Morena interroga al jugador, el público, mayoritariamente masculino y con edades entre 20 y 30 años, escruta atento los movimientos del periodista, que se sienta justo de espaldas a ellos.

Cuando da paso a la publicidad, De la Morena comenta con sus compañeros la entrevista: "El chaval es fantástico, las cogía todas", asegura. El ambiente parece distendido, probablemente porque ese día no se habla mucho de José María García, su rival en las noches radiofónicas, con quien en los últimos tiempos El larguero ha mantenido una agria polémica; aunque las alusiones al contrincante aparecen a lo largo del programa, para regocijo del público invitado, que se declara mayoritariamente "a favor de José Ramón y en contra de García". "José Ramón, a ver si cambiamos todos las instalaciones a gas ciudad y nos olvidamos del butano", comenta un oyente que aparece en antena, mientras la gente celebra la alusión a García con grandes carcajadas.

Alfonso Azuara parece el encargado de dar caña en este asunto. Mientras que José Ramón de la Morena cultiva el lado jocoso, Azuara se ha especializado en poner el toque polémico: como "depredador de la noche" califica a su rival de la cadena COPE.

Los otros, enemigos de El larguero durante esta temporada son Ángel María Villar, el presidente de la Federación Española de Fútbol, y Javier Clemente, el seleccionador nacional. Las relaciones del programa con ambos son prácticamente inexistentes, y De la Morena aprovecha para sacar punta al asunto. Mientras habla con Claudio, el delantero del Deportivo, le dice: "No te preocupes, que te tenemos recomendado. ¿Tú te crees que si yo se lo digo a Clemente no te va a llevar a la selección?". La mesa con los contertulios estalla en risas, y el público, satisfecho, ensaya unos tímidos aplausos.

Pero no todo son guasas. Cuando algo falla, De la Morena se enfada de verdad: "¿Pero bueno, qué hacéis, coño?", les grita a los técnicos de control por meter a destiempo un corte con la colaboración diaria de Pepe Domingo Castaño.

El programa va llegando a su fin. Como todos los días, Manolo Esteban, Manolete para José Ramón, es objeto de las bromas del presentador, a costa de una sintonía del programa ejecutada con un acordeón: "A ver, Manolete, enséñale a la gente cómo tocas en directo, que luego dicen que está grabado, para que vean que no es verdad", bromea De la Morena mientras suena el corte con la sintonía. "Si es que lo llevo en la sangre", apostilla Manolete entre carcajadas.

A la 1.30 de la noche llega el final. Público y periodistas se levantan casi al unísono mientras De la Morena dice las últimas palabras a los oyentes: "Quedad con Dios, amigos".