Buenas intenciones

El mercado de valores español intentó ayer utilizar como trampolín el buen ambiente de las bolsas extranjeras, en particular Wall Street, para recuperar altura y animar a los inversores a probar suerte. La actividad de los cuidadores, sin embargo, apenas tuvo eco entre la inversión particular, en buena parte porque la festividad de hoy establece un paréntesis en el que nadie está dispuesto a quedar atrapado. La apertura de Wall Street, con pequeños altibajos y una posterior toma de beneficios que restaba 11 puntos al Down Jones en el momento del cierre de la Bolsa española, puso las cosas en su sitio, es decir, demostró lo arriesgado de tomar posiciones en un mercado cuando la iniciativa es de otro.El volumen negociado en esta sesión fue de 18.800 millones de pesetas efectivas, de los que más de un tercios contrató después de abrir sus puertas la Bolsa norteamericana. 10 valores sumaron algo más del 70% del negocio total, lo que continúa volcando la atención en el arbitraje con el mercado de futuros y, a más pequeña escala, con Wall Street., En Europa la reacción quedó a caballo entre la inercia del viernes anterior, con un avance del 1,53% en Francfort, y el indeciso ambiente de esta jornada, con Londres ganando un 0,44%. En Francia era jornada festiva. Al final, las buenas intenciones. perdieron gas ante el desinterés de la mayoría y el interés de unos cuantos por comprar a mejor precio. Al cierre de esta sesión, el índice de Madrid ganó un 0,33%, mientras que el Ibex 35 subía el 0,25%.