"Único comunicado de Francisco Javier de la Rosa Martí"
Este es el comunicado hecho público ayer por la Agencia A en nombre de Javier de la Rosa, encabezado por el título único comunicado de D. Francisco Javier de la Rosa Martí."En los últimos días, he tenido ocasión de conocer el contenido de muchas de las informaciones que, en torno a mi persona, están difundiendo los medios de comunicación, y no puedo menos que sentirme profundamente desalentado y triste por el modo en que todo este tema se viene exponiendo ante la, opinión pública.
Desde el primer momento, he mostrado mi máxima confianza en la justicia. Una confianza que, a pesar de la dureza y tensión de estos días, ha ido creciendo, pues entiendo que sólo ella es capaz de analizar con plena objetividad mi actuación sin atender a presiones de cualquier carácter, y porque estoy plenamente convencido de que, finalmente, quedará demostrada mi inocencia.
Atendiendo al básico principio de la presunción de inocencia que nuestra Constitución consagra, nadie está en su derecho de culpabilizarme hasta que no exista una sentencia firme. Desgraciadamente, este principio parece no merecer el respeto de muchos que han decidido ya presentarme como culpable ante la sociedad en función de turbios intereses o fobias más o menos implícitas, y estoy seguro de que esta sentencia la querrían mantener aunque la justicia -la verdadera- dictamine lo contrario.
Quiero apelar, pues, a la profesionalidad de los medíos de comunicación, a su obligado compromiso de objetividad para evitar que el linchamiento público sustituya a la acción de la justicia. Sé que, en algún caso, este llamamiento apenas surtirá efecto, pero confio en aquellos medios -que son mayoría- que son conscientes de que su compromiso con la verdad está por encima de cualquier otra consideración.
No puedo dejar de referirme también a las reacciones provocadas por mis declaraciones a una emisora de radio el pasado 17 de octubre. Para evitar equívocos, he pedido a mis allegados la transcripción exacta de lo que manifesté y, en base a ello, puedo asegurar que en mis palabras no existe amenaza alguna de 'tirar de la manta', como algunos han querido ver. Me reafirmo plenamente en la idea de que mi detención tiene una gran trascendencia política, como ha quedado demostrado por lo sucedido inmediatamente después de producirse: problemas de relación entre el Gobierno y CiU, acusaciones desde la oposición a la Generalitat, petición de dimisiones... Una situación que no nace, sin embargo, de mis relaciones con el Gobierno catalán -que han sido transparentes y de simple colaboración empresarial a raíz del proyecto Tibigardens-, sino del deseo de algunos de utilizar cualquier excusa para atacar a una formación política. No olvidemos que, en apenas cuatro meses, habrá elecciones... Muchos de los que así funcionan tendrán, como dije, que asumir su propia responsabilidad'.
Cuando afirmo que 'si esto se ha movido es por algo que estos señores que lo han movido -los fiscales, señalo más adelante- no tienen ni idea de las consecuencias que pueda tener, no estoy tampoco amenazando. La realidad ha demostrado lo que yo auguraba.
Lo único que se verá cuando la justicia analice los hechos es qué es lo sucedido en tomo a Grand Tibidabo, y cuáles las responsabilidades de
unos y otros. Que sólo se preocupen quienes, aprovechando las presiones y sospechas interesadas creadas alrededor de la sociedad, han buscado su propio beneficio.
Que nadie especule ahora con posibles 'pactos' de silencio. Ni los ha habido ni los habrá en el futuro. Si alguien piensa lo contrario, en realídad está diciendo a los españoles que la justicia no existe, que está viciada, y esto no es así. La especulación barata vende periódicos o incrementa audiencias, pero oculta la verdad.
Por último, deseo dedicar unas líneas a denunciar el juego de confusiones que se está creando. Me entero, por ejemplo, de que, un tal señor Espelosín, a quien no tengo el gusto de conocer, ha puesto una querella contra mí por presunto cohecho, tras leer en un periódico que yo tengo unas grabaciones sobre el tema de las torres KIO sin esperar a saber si la información es cierta o no -que no lo es-, el señor Espelosín decide actuar contra mí. Incluyo también en este capítulo la indigna utilización que algunos hacen de supuestas declaraciones o confidencias mías que jamás han existido, tal vez buscando notoriedad o credibilidad amparándose en la ventaja de que no puedo rebatirles personalmente. Son muestras de los grandes despropósitos que este asunto está provocando.
Espero simplemente que estas líneas sirvan para ayudar a que la cordura se imponga sobre el escándalo fácil y, si no es mucho pedir, para que a un ciudadano se le conceda el derecho a un mínimo respeto como persona.
Francisco Javier de la Rosa Martí".
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