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UN FINANCIERO EN PRISIÓN

El auto de prisión acusa a De la Rosa de estafa

El juez exige al financiero una fianza civil de 10.000 millones de pesetas

El auto que decreta la prisión incondicional contra Javier . de la Rosa, que EL PAÍS publica hoy íntegramente, considera al financiero "responsable de un delito de estafa, apropiación indebida y falsedad en documento mercantil". Hasta ahora no había trascendido que el primero de estos delitos estuviera incluido en el auto.El juez fijó ayer al detenido una fianza de 10.000 millones de pesetas para cubrir las responsabilidades civiles que pudieran derivarse de la causa abierta contra él. Javier de la Rosa tiene de plazo hasta el lunes para depositar la fianza civil. En caso contrario, el juez ejecutaría el embargo de los bienes del financiero.

El auto de prisión del juez Joaquín Aguirre es un documento demoledor que detalla las operaciones irregulares más importantes entre sociedades de De la Rosa y Gran Tibidabo. Operaciones que ocasionaron pérdidas a Grand Tibidabo de varios miles de millones y en consecuencia dañó los intereses de sus 9.000 socios. El auto justifica la orden de prisión del financiero por "la alarma social producida" y porque "no existen suficientes garantías de que no tratará de sustraerse a la acción de la justicia".

La petición de prisión se apoya también en que los delitos antes señalados y las circunstancias en que presuntamente se cometieron "tienen fijada pena de prisión menor o prisión mayor", lo que comportaría penas de de entre 6 y 12 años de cárcel.

El mencionado auto de prisión "provisional, comunicada y sin fianza", se centra en cuatro grandes operaciones. No obstante, el mismo documento jurídico señala que además de estos hechos, "no deben descartarse otras posibles conductas punibles", que puedan descubrirse tras el análisis de la documenta ción incautada en los registros realizados por la policía durante los pasados días.

Fondos de Grand Tibidabo. El auto se refiere a la utilización por Javier de la Rosa, del dinero de Grand Tibidabo para financiar sus empresas. Según el juez, al formalizar estos créditos, que estima en 1.935 millones de pesetas, "existe un ánimo específico de apropiarse del dinero ajeno, disfrazando los presuntos hechos delictivos bajo la apariencia de complejas operaciones económicas".

De la Rosa llegó a concederse en 1992 un préstamo de 2.070 millones de pesetas, con cargo a Grand Tibidabo, para adquirir obligaciones de esa sociedad y aumentar así su participación accionarial en la misma. Otra operación similar fue la realizada en 1991, cuando Grand Tibidabo entregó 940 millones a la sociedad Lista 16 SA. (Ver EL PAÍS de 18 de octubre).

El mismo día, los accionistas de Lista 16 concedieron créditos a Quail, sociedad patrimonial de De la Rosa, por el mismo importe. Para el juez, estas operaciones implican que "se sobrevaloró el activo de la sociedad [Grand Tibidabo] en 1.935 millones de pesetas, pues no se trataba de deudas contables, como el tiempo ha demostrado, lo cual constituye un presunto delito de falsedad en documento mercantil".

Clínica New Teknon. Según el auto del juez, en 1993, De la Rosa obligó a Grand Tibidabo a comprar el 50116 de la clínica Teknon y de sus solares por una cifra total de 4.025 millones. Posteriormente, la venta del 50% tuvo que anularse, sin que Grand Tibidabo ingresara ningún dinero. El auto acusa a De la Rosa "de una nueva falsedad con relevancia pena que ocasiono a Grand Tibidabo "unas pérdidas de 2.200 millones", mientras que Mexans (la sociedad de De la Rosa que vendió los terrenos y la clínica) percibió 2.050 millones. En este caso los delitos tipificados son los de "estafa o apropiación indebida" y de uso por De la Rosa de "su posición prevalente en ambas sociedades contratantes para beneficiar a aquella sociedad (Mexans) en la que posee la casi totalidad del capital social, lo cual constituye, indiciariamente, una apropiación ilegítima de dinero ajeno". (Ver EL PAÍS de 25 de marzo).

Sobrevaloración de los activos de Grand Tibidabo. El auto afirma que aunque las cuentas anuales de 1993 valoran los activos de Grand Tibidabo en 16.070 millones, en realidad su valor es de 9.830 millones. "Ello conduce a la existencia de una sobrevaloración de 6.240 millones", por lo que supone "una nueva irregularidad falsaria con relevancia penal". (Ver EL PAÍS de 18 de junio).

Préstamos a CAE. Grand Tibidabo prestó al empresario Ramón Fiter 2.700 millones de pesetas a cambio de pagarés de Corporación Alimentaria Ibérica (CAI) por el mismo importe. El auto señala que la operación "de canje de los pagarés se produce en un momento de grave crisis de CAI, hasta tal punto que el juzgado de Instrucción número 6 de Pamplona acordó la quiebra necesaria de esa sociedad". En consecuencia "dado que los pagarés han devenido incobrables existe una nueva sobrevaloración del activo de Grand Tibidabo". El juez ve indicios de que la operación de canje pudo obedecer a "intereses torticeros, a fin de beneficiar al grupo empresarial dirigido por Ramón Fiter". (Ver EL PAÍS de 26 de junio de 1993).

Citaciones

El análisis de la documentación del caso se encuentra ya muy avanzado y la próxima semana podría iniciarse la ronda de declaraciones de otros posibles implicados y de diversos testigos. Entre los antiguos colaboradores del financiero en Grand Tibidabo que dispusieron de diferentes niveles de poder ejecutivo se encuentran Santiago Tomeo y Joan Segarra. Asimismo, según el propio auto de prisión, algunas de las operaciones realizadas por Javier de la Rosa, como la venta de la clínica o la obtención de créditos, fueron firmadas, en nombre de, Grand Tibidabo, por el director general de la compañía y actual presidente, Juan Cruells.

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