Ambicioso plan español para el Mundial de Barcelona 95
El atletismo español quiere dar la campanada en 1995. Los planes establecidos para la temporada de invierno conducen al primer puesto del medallero masculino de los Campeonatos del Mundo en pista cubierta. No parece una quimera: España es, actualmente, el cuarto país en número de medallas ganadas en el historial de la competición. Para conseguir el objetivo, la Federación Española comienza a movilizar sus mejores atletas.
Varios hechos favorables confluyen en marzo de 1995 para arriesgarse a lanzar un órdago. Por un lado, tradicionalmente el atletismo español sube al podio en la pista cubierta; por otro, el que se celebre la próxima edición de los Mundiales en Barcelona reaviva entre los internacionales españoles el sueño olímpico del 92. Además, cuando los campeonatos se celebran en Europa, Estados Unidos no acude con lo mejor y su rendimiento baja. Los países del Continente se reparten entonces la medallas y, entre ellos, España tiene un lugar entre las potencias, sobre todo si se eliminan tres de los cuatro lanzamientos, pues en pista cubierta sólo se disputa el peso.Dos únicas victorias de Francia, URSS y Checoslovaquia en la edición de 1985 y tres de Estados Unidos y la URSS en la de 1991 bastaron a estos países para encabezar el medallero masculino en los campeonatos celebrados esos años. Son cifras que están al alcance de España que, por otra parte, ya consiguió en 1985 ser junto al Reino Unido y la URSS el país con mayor número de medallas, cuatro, en una edición que tuvo carácter experimental, pero no por ello exenta de figuras pues participó, y ganó, Ben Johnson, entre otros.
La Federación Española ya ha comunicado a todos sus atletas de élite que uno de los objetivos prioritarios de la temporada son los Mundiales en pista cubierta, del 10 al 12 de marzo, en Barcelona. El propio Comité Organizador de los Campeonatos ha recibido la confirmación de que "el 99% de los atletas de alto nivel participará" y ha programado las finales de tal manera que todos los días pueda vivirse una apoteosis en el pabellón olímpico: el viernes, la final de peso con Martínez, el sábado la de 1.500 con Cacho y el domingo la de 3.000 con Viciosa.
Estos tres atletas no son los únicos con posibilidades de subir al podio, sino que Cacho y Viciosa estarán bien secundados, ya sea por Pancorbo, Jiménez o Molina; en 800 metros, De Teresa, Luis Javier González o Cerezo serán toda una garantía. Hay también otras pruebas con opciones a dar la sorpresa, porque Ortiz ya fue subcampeón europeo en altura, en pértiga ya conoció García Chico la gloria olímpica y sus delfines Martí y Arcos son ya incluso superiores, mientras que Peñalver, si se recupera, siempre es un favorito en las pruebas combinadas.
Otros grandes atletas, como Abel Antón o los maratonianos, no tienen, en cambio, opciones en estos campeonatos al ser los 3.000 metros la distancia máxima que se disputa en pista cubierta. Tampoco los marchadores, pues se ha suprimido su especialidad del programa de pista cubierta.
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