Rojo crítica la decisión de sustituir cuotas por IVA por su efecto inflacionista
El Banco de España estrenó ayer su autonomía con la intervención del gobernador, Luis Ángel Rojo, ante la comisión de Presupuestos del Congreso. Y lo hizo desmarcándose de lo que constituye la principal novedad que presentan los presupuestos para el año próximo: la compensación de la rebaja de las cotizaciones sociales con la subida de los impuestos indirectos (IVA y especiales). Rojo advirtió de su efecto inflacionista.El temor a un rebrote de la inflación constituyó la parte básica de la intervención de Rojo. El control de los precios es la principal tarea del Banco de España. "Reducir la inflación a algo por debajo del 3% es lo básico", dijo después de haber señalado que los resultados en este frente en 1994 son "decepcionantes" y que al final del año la subida del IPC será de entre el 4,3% y el 4,6%.
El temor a ser incapaces de bajar "del suelo de la inflación que parece se coloca en torno al 4,5%" es lo que movió a Rojo a' discrepar abiertamente de la decisión del Gobierno y de CiU de iniciar el proceso de sustitución de cotizaciones sociales por incrementos del IVA. La discrepancia de Rojo coincide con la expresada el pasado lunes por Carlos Solchaga, ex ministro de Economía.
Además Rojo dijo que los presupuestos de 1995 son menos restrictivos que los de 1994. "El listón del déficit público para 1995 debe considerarse como el máximo posible" dijo, "cualquier desbordamiento del gasto público debería ser eliminado con medidas de ajuste, como ha anunciado el Gobierno". El gobernador del Banco de España señaló que sólo la reducción del déficit y de la inflación harán que los mercados financieros interpreten que la economía española "va por el buen camino" y ayudarán a una reducción del diferencial de tipos de interés, que se sitúa en 3,5 puntos con Alemania.
Críticas del IEE
Los expertos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) también criticaron ayer los presupuestos para 1995, que consideran "expansivos y equívocamente sociales", informa Victoria Carvajal. El IEE echa en falta una mayor reducción de los gastos corrientes (pensiones, sanidad y empresas públicas) -que crecen un 5,4%,- y critican la escasa inversión pública -se mantiene en un 2,3%-. "Es lamentable que el esfuerzo de austeridad se concentre en la inversión", señalaron.
El Instituto advierte que la expansión del gasto corriente presiona al alza a la presión fiscal, la inflación, los tipos de interés y el déficit exterior. "Por el contrario" señala, la inversión pública tiene efectos multiplicadores sobre la actividad económica, incentiva la inversión privada, abarata los costes de producción empresariales y, en definitiva, mejora la competitividad del tejido productivo nacional". Estos expertos critican también la reducción "casi simbólica" de las cotizaciones sociales "como excusa para aumentar la presión fical".
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