"Las papeleras madrileñas están mal pensadas y situadas"
El día que Luis de Pablo terminó de escribir La madre invita a comer había quedado para cenar con Alberto, Corazón en un pequeño pueblo del País Vasco. Al cabo de dos años, en 1993, la ópera se estrena en la Bienal de Venecia; fue allí donde Alberto Corazón "vio una oportunidad única" de atreverse con la escenografía de esta obra que se estrenó en Madrid el pasado sábado y que reunió con gran expectación sobre todo a la crítica extranjera. Con esta obra, Alberto Corazón da un nuevo paso en su carrera de diseñador gráfico, en la que ha hecho casi de todo. A pesar de sus 52 años y enorme bigote, en la zona de la plaza Mayor le siguen llamando con diminutivo; sus padres son los dueños de la tienda de esa zona El Gato Negro. "No se puede ser más de Madrid que eso. Siempre he sido muy militante madrileño y creo que hay que recuperar eso; no el orgullo cheli o el zarzuelero, sino el de verdad, el orgullo por la ciudad", dice.Pregunta. ¿Se ha hecho mayor estéticamente con su trabajo escenográfico?
Respuesta. Claro que me he hecho mayor. Porque en este trabajo se integran los tres grandes intereses estéticos que yo tengo en este momento: el diseño, la escultura, que es en lo que estoy trabajando en los últimos años, y, por último, la música, que es la que más me gusta de todas las artes.
P. Esta obra se estrenó en la Bienal de Venecia el año pasado...
R. Sí, yo vi aquella representación y me enamoré de ella. Luis de Pablo, con esta obra, se ha hecho mayor también y ha llegado a donde yo quiero llegar, que es a ser un hombre sabio.
P. ¿Es un proceso natural que un dominador de la estética en el diseño derive en escenógrafo?
R. El diseño puede derivar en casi todo porque es una herramienta para afrontar nuestra relación con la realidad, así que la ambición teórica del diseñador es ilimitada. En la ópera se han surtido siempre de pintores; ahora me doy cuenta de que es en la escultura contemporánea donde puede haber muchos recursos para la renovación del espacio escénico.
P. El no estar incluida esta obra en la temporada de ópera ¿significa que quieren atraer a otro tipo de espectador?
R. Sí, a todos a los que la ópera tradicional no les está ofreciendo un concepto del espectáculo y del espacio escénico de finales del siglo XX. En la ópera podría darse la eclosión creadora del final del siglo.
P. Como experto en la señalización de las ciudades, ¿cómo ve Madrid?
R. Lamentable. Como madrileño militante exijo que se nos deje usar la ciudad. La limpieza, el vandalismo... . son problemas que se neutralizan desarrollando la señalética en el medio urbano.
P. ¿Qué es lo primero que haría en Madrid?
R. Meterme de lleno con la selva enorme de tótemes que han ido apareciendo para avisarte de los aparcamientos; también con las papeleras, que están mal pensadas y situadas. Hay que conseguir, por un lado, mejores prestaciones y, por otro, mayor identidad para la ciudad. El Ayuntamiento adquiere cosas de aquí y de allá de diferentes proveedores, y esa amalgama es un disparate.
La madre.... Teatro de la Zarzuela (Jovellanos, 4) Hoy, última función, 20.00. Entradas: de 1.600 a 6.600 pesetas.
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