Kohl logra un cuarto mandato en Alemania tras alcanzar una mínima victoria electoral

El democristiano Helmut Kohl podrá seguir gobernando en Alemania, en coalición con los liberales, pero la distancia entre la victoria y la derrota alcanzó ayer su mínima expresión. Las proyecciones a primera hora de la pasada madrugada coincidían en situar la ventaja del Gobierno sobre la oposición en el escaso margen de entre dos y cuatro escaños, frente a los 134 que tenía hasta ahora. El complejo sistema electoral hace que no se pueda fijar de antemano con exactitud el número de escaños del futuro Bundestag, pero el líder socialdemócrata, Rudolf Scharping, admitió la derrota.

Kohl, de 64 años, 12 de ellos como jefe del Gobierno alemán, estaba convencido de ganar y de poder batir el récord de permanencia en el poder del padre de la patria Konrad Adenauer: 14 años. Pero tal vez nunca pensó que iba a ser tan complicada la supervivencia de la coalición formada por su Unión Cristiana Democrática / Unión Social Cristiana (CDU / CSU) ) y el Partido Liberal (FDP). Según las proyecciones de la cadena pública de televisión ZDF, pues en Alemania no se comunican resultados oficiales de escrutinios parciales, la democracia cristiana obtuvo el 41,4% de los votos y 290 escaños, el peor resultado desde 1949. Sus socios liberales lograron el 7% y 48 diputados, despejando las dudas sobre su supervivencia al rebasar el fatídico 5% que deja a un partido sin representación en el Parlamento federal (Bundestag). Su derrota habría arrastrado a Kohl. La oposición socialdemócrata mejoraba claramente su situación, aunque no de modo suficiente. El SPD se acercaba al 37%, con 250 escaños. La Alianza 90-Los Verdes llegaba al 7,2% y obtenía 49 parlamentarios. Los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) se quedaban en el 4,2%, pero, al lograr cuatro mandatos directos en Berlín, se daba por seguro que entrarían en el Bundestag con 29 escaños aunque no superasen el 5% de los votos. Los electores germanos dieron claramente la espalda al partido ultra Los Republicanos, que apenas consiguió tocar el umbral del 1% de los sufragios.