González advierte a la derecha que en Euskadi "hay socialismo para rato"

"Estamos empezando a remontar. El día 23 de octubre tenemos que dar la sorpresa a la derecha de que hay socialismo democrático para rato". Fue ésta la frase final del mitin de Felipe González con el que ayer cerró en Bilbao su presencia en la campaña electoral vasca. González, tras el desastre electoral de las europeas y los escándalos de corrupción, ha aprovechado su presencia en Euskadi para animar a la militancia socialista, porque la situación económica y política empieza a remontar".

González, acompañado permanentemente por el candidato socialista a lehendakari, Ramón Jáuregui, al que ha lanzado inéditos elogios, ha tratado de simbolizar el proyecto socialista de futuro con el plan de transformación de la ría de Bilbao. "Existe ahora un cementerio industrial al que queremos transformar en un gran proyecto de futuro", dijo González refiriéndose al superpuerto de Bilbao, un proyecto a 20 años vista.González insistió durante el mitin celebrado en La Casilla, abarrotado de público procedente de todas las provincias vascas, en su voluntad de continuar al frente del Gobierno con el cumplimiento del programa electoral de 1993. "Voy a machacar el yunque día a día para que todos se enteren de las decisiones y el trabajo que hace el Gobierno". "Muchos se pusieron nerviosos [tras el resultado de las elecciones europeas] pero me he negado a los recursos histéricos. Hay que seguir trabajando en el programa electoral", dijo un, González combativo.

Hizo un discurso sobre el Estado autonómico, dándole rango histórico y lanzando veladas críticas al nacionalismo. "Los socialistas queremos un País Vasco para todos, donde no hay que pedir permiso para hablar pudiéndolo, hacer en andaluz, extremeño o vasco. Un Estado diverso y descentralizado donde vivimos libre y voluntariamente en un proyecto común por vez primera en mucho tiempo". Jáuregui, en línea con su tesis de socialismo vasquista, había utilizado el bilingüismo -euskera y castellano- en su iritervención, algo inédito en los mítines socialistas. González aprovechó el nuevo aire vasquista del PSE para hacer un canto a la pluralidad del socialismo. Completó su perfil del Estado autonómico al señalar que "lo fundamental del Estatuto de Gernika ya está hecho y el 80% del bienestar -lo gestiona ya el autogobierno vasco".

Jáuregui cumplió su papel como candidato y fue más crítico que González. Atacó al nacionalismo, ignoró a IU y PP y, aunque reconoció que Euskadi había cambiado mucho en diez años, responsabilizó al nacionalismo de que el País Vasco sea aún "un país inacabado, fragmentado, con violencia y dividido socialmente por el paro".

No obstante, el candidato socialista dejó abierta la puerta a la continuidad de un pacto de gobierno con el PNV. "El día 24 de octubre, cuando se hable de coaliciones no decidiré en función del partido sino de los intereses de Euskadi", dijo Jáuregui.