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EL LABERINTO DE LA ADMINISTRACIÓN

Los taxis más caros de España

Los vecinos de Alcobendas se ven forzados a utilizar taxis de Madrid por falta de licencias

Vicente G. Olaya

Si un vecino de Alcobendas toma un taxi en el centro urbano y pide trasladarse a la Moraleja (barrio residencial del municipio, distante un par de kilómetros), tendrá que abonar lo que marca el taxímetro más el retorno, cantidad que se calcula restando la bajada de bandera (150 pesetas) de lo que marca el contador al final del trayecto.Esta anormalidad arranca de 1987, cuando sólo existían cinco licencias de taxi y cuatro de ellas fueron revocadas por el Ayuntamiento. La disputa entre taxistas y municipio acabó en los tribunales. El Ayuntamiento ganó el primer asalto, pero esta semana el Tribunal Supremo ha fallado a favor de los taxistas. El Consistorio tendrá que devolverles las licencias revocadas.

Jesús Castro, de 48 años, reivindica ser el único taxista legal de la localidad. Hace dos años compró la licencia a Félix Fernández, el único taxista superviviente de la escabechina municipal de 1987. Castro hipotecó su casa para conseguir los más de cuatro millones de pesetas que le exigían por el traspaso de la licencia, más otros 2,4 por la adquisición del coche.

"Fui al Ayuntamiento para comprobar que la operación era legal. Me dijeron que no había ningún problema, que en todas partes se traspasaban licencias de taxi. Confiado, sellé la operación de compra", recuerda Castro.

Gran error. Nada más meterse en hipotecas, comenzaron los problemas. Acudió de nuevo al Ayuntamiento para ratificar la transmisión de la licencia y se encontró con que el secretario le respondió que la solicitud se encontraba en tramitación, "a la espera de la resolución correspondiente".

Pasaba un mes tras otro sin respuesta alguna; ni siquiera contestaban a los requerimientos personales que Castro hizo ante el concejal de Transportes. Al cabo de un año, recibió con sorpresa la comunicación de que el Ayuntamiento había retirado y revocado la licencia que él había comprado a su anterior titular. "Por tanto, no es posible autorizar su transmisión, toda vez que la persona indicada carece en la actualidad de licencia que transmitir", decía la comunicación municipal.

Eladio Núñez, presidente de la asociación gremial del taxi de Madrid, que agrupa al 75% de los taxistas, reconoce que ésta es una situación poco común. "En Madrid, los traspasos de licencias son muy corrientes. Cada año se mueven entre 700 y 800 transmisiones". "Eso pasará en Madrid, pero no en Alcobendas. Aquí cumplimos la ley: un traspaso no es válido si no cuenta con la conformidad del Ayuntamiento", replica Ángel Borda.

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Entretanto, Jesús Castro sigue trabajando con su taxi, asociado a la agrupación Radio Taxi Independiente. Su vehículo no se diferencia del resto de taxis madrileños, excepto en los escudos que luce en ambas puertas: el suyo es el único que lleva el escudo de Alcobendas. Curiosamente, la Comunidad de Madrid le revisa cada año el taxímetro.

Lleva dos años sin pagar la Seguridad Social porque carece de licencia fiscal. "A pesar de que quiero legalizar mi situación no puedo pagarla, siempre me la rechazan", comenta. Para colmo, las relaciones de Castro con los taxistas madrileños no son buenas. "Han llegado a pegarme para quitarme los clientes. Dicen que soy ¡legal y no me dejan trabajar".

El problema es rocambolesco. El municipio no está incluido dentro de la llamada área unificada, una zona que engloba a Madrid y siete municipios limítrofes del área metropolitana. Por esta razón, los taxistas del área tampoco están autorizados para trabajar en Alcobendas.

"La situación es absurda. Llevamos cuatro años esperando firmar un acuerdo para incluir a Alcobendas en el área unificada", dice el presidente gremial, Eladio Núñez, quien, pese a todo, mantiene un acuerdo tácito con el Ayuntamiento para que a sus asociados les permitan trabajar en el municipio.

Así las cosas, Jesús Castro, el único taxista local, funciona fuera de la ley, aunque sea el único que cobra tarifas con arreglo a lo que marca el taxímetro; los demás cobran en exceso. Para el concejal de Transportes, se trata de un cobro ilógico, que, sin embargo, tiene un lado positivo: "Si coges el taxi hacia Madrid [a 17 kilómetros], te sale más barato porque no te cobran el retorno".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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