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Una banda ubicada en Alcorcón enviaba coches robados a los países del Este

La policía ha desmantelado a dos bandas dedicadas al robo de coches. En ambas operaciones fueron detenidos 15 extranjeros, todos con documentación falsa o sustraída. Una red tenía base en Alcorcón (140.000 habitantes), y estaba formada por tres polacos especializados en vehículos de lujo, que exportaban a Polonia o Rusia. Los investigadores sospechan que robaban ún mínimo de 30 coches al mes. La otra red, radicada en Pozuelo (53.000 habitantes), era más modesta y traía coches desde Portugal. Formada por 12 inmigrantes africanos, vendía la mercancía a sus compatriotas.

En la operación participó la Policía Judicial de las comisarías de Pozuelo y Alcorcón, apoyada por el grupo de vehículos de la Comisaría General de la Policía Nacional. Los agentes han recuperado siete vehículos de la red de Pozuelo y tres de la de Alcorcón -un Audi 100, otro Audi 80 y un Volkswagen Passat de última generación-. El portavoz de la Jefatura Superior de Policía señaló: "Se esperan recuperar muchos más durante los próximos días. Hemos conseguido información muy importante para dar nuevos golpes a estas organizaciones".La red desmantelada en Pozuelo robaba coches en Portugal y los traía a España. Eran de cilindrada media. Los ladrones utilizaban el método de la pedrada en el cristal o del forzamiento de cerraduras. Una vez en España, cambiaban la matrícula, a veces ni eso, y se los vendían a compatriotas: portugueses, angoleños, mozambiqueños. La Policía les seguía desde hace dos meses y medio. Se les incautó de una pistola del calibre 635.

La banda de Alcorcón era más "profesional", en palabras del portavoz de la Jefatura Superior de Policía. llevaba tres años operando. Pertenece a una red más amplia que actúa en Europa con talleres preparados para maquillar los vehículos. Entre sus integrantes se encuentran técnicos especialistas en electrónica.

Tapón de gasolina

Para robar utilizaban un sacacorchos especial con el que extraían el bombín de la cerradura del tapón de gasolina. Una vez fuera, fabricaban una llave idéntica que les abriera el resto de cerraduras del coche.Robaban en Madrid o en cualquier otro sitio de España. Salían de nuestro país con documentación falsa y matrículas de Alemania, Francia, Portugal o España. Ya en Polonia, vendían la mercancía en el mercado negro, donde por un Audi se pagan 600.000 pesetas. Si no conseguían colocar el material, las mafias rusas lo vendían en su país por un millón y medio de pesetas. Si los vehículos robados no llegaban a Polonia o Rusia, se les sometía en los talleres a la técnica del violín: cambiar el número del bombín y del bastidor.

Esta banda, además de dedicarse al robo de automóviles, también sustraía en domicilios y establecimientos. El botín conseguido en esos golpes viajaba en el interior de los coches robados. En el momento de la detención se les intervino dos revólveres de fogueo, un rifle del calibre 22 y 10 matrículas falsas de Polonia.

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