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"Sufríamos mucho y teníamos que irnos de este mundo"

María del Carmen García de la Santa, de 43 años, rogó ayer a la fiscal, entre lágrimas, que no le obligase a rememorar el es trangulamiento de su pequeño Alvaro, de nueve años. "Ya declaré al juez que fui yo quien quitó la vida a mi hijo, nunca lo he negado, por favor, no me pregunte sobre eso". La fiscal no puso pegas. Carmen aseguró ayer al tribunal que ella -y especial mente su hijo mayor, Mario, de 1.3 años- lo pasaron muy mal tras la ruptura de su matrimonio; y que decidió matar a sus hijos para luego suicidarse. Licenciada en Filosofia y Letras, ya había descrito detalladamente sus razones en un relato lleno de construcciones lógicas (El País Madrid del 7 de agosto). Ahora se enfrenta a una petición de 46 años de cárcel.

PASA A LA PÁGINA 7

La parricida dice que su hijo empezó a pegarle tras el abandono el padre

VIENE DE LA PAGINA 1El juicio contra María del Carmen, que se inició ayer en la Audiencia de Madrid y proseguirá el día 24, estuvo plagado de momentos emotivos. Sobre todo cuando, la madre de la procesada -una mujer de avanzada edad- se acercó al banquillo para abrazarla: "Tranquila, hija mía, ya no puede pasar nada peor de lo que ha pasado". El abogado defensor, Hermenegildo Pérez Bolaños, se afanó en demostrar que su defendida no es una asesina, sino una mujer trastornada por los problemas familiares. Ni ella ni menos aún su hijo mayor, Mario, lograron encajar el abandono del padre. "Fue muy doloroso, pero yo logré superarlo con el tiempo; Mario, no. Su depresión se convirtió en una fuerte agresividad hacia mí: me pegaba palizas", confesó.

La procesada relató su peregrinación ante psiquiatras y psicológos para que curaran a Mario. Pese a. todo, el chico no sólo no mejoró, sino que su agresividad aumentó cuando se enteró de que su padre vivía con otra mujer y que incluso tenía un hermanastro.

María del Carmen indicó que la víspera de Reyes, tras una nueva agresión de su hijo, decidió suicidarse y llevarse con ella a sus dos hijos. "No me podía ir sola; no tenía con quién dejarles". Les dio varios tranquilizantes para dormirles y, con una cuerda, estranguló a Alvaro. Después, entró en la habitación de Mario con un cuchillo ("era muy fuerte y sabía que no podría estrangularle", dijo). El muchacho se despertó, le arrebató el cuchillo e intentó tranquilizarla: "Mamá, ¿por qué haces esto?", preguntó. "Tenemos que irnos, hijo mío, pero si tú no quieres morir, mamá, sí". Se tomó 13 tranquilizantes y se tumbó sobre una cama para morir. Antes de alertar a los vecinos, Mario se acercó al dormitorio, llorando: "Mamá, mamá, no te mueras".

El ex marido de la acusada señaló que María del Carmen era "una madre excelente" para sus hijos, y que, aunque las relaciones con ella eran frías, él estuvo siempre en contacto con ella y sus hijos.

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