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Entrevista:

"Vivo en un piso céntrico porque todo pilla cerca, incluido el Bernabéu"

José Luis Coll se paseó de caqui por Colmenar y Alcalá antes de hacerse humorista en La Codorniz en los años cincuenta. Ahora se licencia de nuevo gracias a Firmes, un libro de recuerdos de la mili que acaba de ganar el Pemio Espasa de Humor.P. Objetaría o se haría insumiso?

R. Insumiso no, quizá objetar sí, porque insumiso es el que ni quiere la mili ni quiere hacer nada por su país.

P. ¿Qué destíno elegiría como objetor?

R. Un destino en el que estuviera sentado en una silla pensando qué destino me gustaría que me dieran.

P. ¿Qué se vuelve con los años?

R. Se vuelve uno más radical, pero también más observador, juez e intransigente. Y más amargo porque la vida tiene más amargo que dulce.

P. En Firmes dice que en la vida el miedo es el motor del 96% de los actos humanos.

R. Así es. No sólo en la mifi el miedo es la trampa. Siempre tenemos la sombra del miedo detrás de nosotros.

P. ¿Y el otro 4%?

R. Ese está destinado no para el miedo, sino para el pánico.

P. Si todo el mundo vive con tanto miedo, ¿de qué cree que se sonríe permanentemente él alcalde de Madrid?

R. La sonrisa a veces es un acto inconsciente. Mucha gente, quizá incluido nuestro alcalde, cuando sonríe no sabe de qué coño se rie.

P. ¿La política y los políticos locales se merecen un repaso televisivo?

R. Todos en este mundo necesitamos un repaso, y quien esté libre que tire el primer pedrusco.

P. ¿A alguno le negaría el pase pernocta?

R. Negar no porque es un verbo primo hermano de prohibir, y creo que nadie tiene derecho a negar nada a nadie. Yo no negaría nada, hasta el extremo que cuando mi mujer me propuso casarnos le dije que sí, y lo hice por no negarme.

P. Por qué vive en un piso céntrico en Madrid y no en un chalé en Majadahonda?

R. Es un sitio que me gusta, tranquilo, no hay ruido, no tengo humo de coches, tengo todo muy cerca. incluido el Santiago Bernabéu. Yo soy hombre de ciudad ciudad, de verdad.

P. Pero usted es de Cuenca.

R. Que es la ciudad más parecida al campo que hay, porque en cuanto sales un poco estás en el campo. Pero a Madrid la adoro con sus millones de inconvenientes y de maravillosas ventajas.

P. De su mili en Cuenca, Colmenar y Alcalá de Henares, ¿qué recuerda?

R. Eso lo cuento en el libro y si me lo permite prefiero que la gente que quiera saber eso lo compre.

P. ¿No regala una anécdota, aunque sea para abrir boca?

R. Una curiosa fue una vez que quedé con una novia para vernos en Madrid. Ese día prohibieron los permisos y yo fui el único que salí después de dirigir una instancia al capitán diciéndole que un soldado sin afilar de cuando en cuando el pizarrino, no era un hombre como es debido.

P. ¿De los tres millones del premio por Firmes, donará algo a la Oficina del Defensor del Soldado?

R. Si la mitad se la doy a Hacienda y la otra a la oficina del soldado, ¿qué le queda a este pobre padre de familia?

Firmes, de José Luis Coll. Espasa Calpe. Precio: 1.300 pesetas.

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