Sainz monopoliza el Rally San Remo

El mejor artista del volante que ha dado España a la historia del automovilismo mostró ayer todo su talento. La Toscana, escenario de la primera jornada del Rally de San Remo, se rindió a los pies de Carlos Sainz, cuya extraordinaria actuación borró las aspiraciones de sus rivales en el campeonato del mundo. En ocho tramos impecables, en 216 kilómetros dignos de figurar en los museos, el piloto español dejó fuera de combate a todos sus enemigos.

Sainz fue el más rápido en las ocho pruebas de velocidad de la jornada, las ganó todas, sin paliativos, y fue aumentando progresivamente su ventaja sobre los hombres con los que pelea por el campeonato del mundo de pilotos. El francés Didier Auriol (Toyota), líder del Mundial, cedió 2m 11s y quedó relegado al cuarto puesto de la general. Y su compañero, el finlandés Juha Kankkunen, perdió más, en tiempo y en posibilidades. Acabó 12º, a 6m 25s, y prácticamente dijo adiós a la pelea por el título. Estos resultados favorecen enormemente las aspiraciones de Sainz en el Mundial.

Ni Auriol ni Kankkunen pudieron hacer nada frente a la exhibición del bicampeón mundial y de su Subaru Impreza, el arma que escogió este año para asaltar nuevamente la corona mundial y que llega al final de la temporada en la mejor de las condiciones. Los entrenamientos previos al San Remo ya le había demostrado a Sainz que contaba con el instrumento adecuado para plantar batalla, pero lo que nadie esperaba, quizá ni él mismo, era que el auto japonés fuera tan superior a los de la competencia.

El Subaru vuela

Los tramos de tierra de la Toscana, paisajes de cipreses y polvo, vieron pasar, volar, el Subaru número 10. Quizás el hecho de empezar con un número tan alto favoreciera a Sainz, pues los nueve coches que le precedían en cada prueba especial limpiaban la pista de obstáculos, le dejaba las cunetas preparadas para ganar segundos en cada curva. Sin embargo, ese argumento no explica por si solo la tremenda diferencia que existió ayer entre el piloto español y el resto de la élite mundial.La jornada empezó con sorpresa. En el tramo inaugural, Sainz marcó mejor tiempo, pero a su estela no se colocaron, como era de suponer, sus enemigos, los pilotos de Toyota, Auriol y Kankkunen. Por el contrario, los otros dos aspirantes al Mundial empezaron con el freno puesto en comparación con Sainz, que partió como una exhalación.

En realidad, Auriol también intentó forzar desde el principio, pero a él la operación le salió mal y ya en ese primer tramo del rally se salió ligeramente de la pista. Sólo perdió 38 segundos, tiempo que aún podía ser recuperado. Sin embargo, el incidente hizo mella en él.

El francés se descentró y durante todo el día no pudo encontrar el ritmo competitivo. Así, los segundos le fueron cayendo, porque Sainz, espoleado por su propio rendimiento y por la flojedad del contrario, se lanzó a un ataque desenfrenado. Uno tras otro, ganó todos los tramos del día y demostró que sólo el infortunio puede apartarle del triunfo en San Remo. Como en sus mejores momentos cuando era piloto de Toyota, el piloto español maravilló en Italia y demostró que nadie es superior a él cuando tiene un coche ganador.

Su adaptación al vehículo japonés es ya perfecta. Desde aquellos primeros pasos en enero, en Montecarlo, cuando acusó las consecuencias de un coche poco evolucionado y nada adaptado a sus características, Sainz ha ido perfeccionando la montura, convenciendo a los responsables técnicos de su equipo de las mejoras que había que introducir, hasta conseguir una máquina vencedora. Ya lo demostró imponiéndose en el Acrópolis, en junio, y ahora, habiendo mejorado todavía más, el binomio Sainz-Subaru parece difícil de derrotar en las pistas y carreteras italianas.

Si la jornada fue mala para Auriol, para el tercer hombre, para el eterno candidato finlandés, las cosas se desarrollaron aún peor. Kankkunen tuvo diversos problemas mecánicos y un par de pinchazos que le hicieron penalizar. Ayer se despidió de cualquier opción de ganar su quinto Mundial, a no ser que se acumulen las desgracias de Auriol y Sainz.

Al final de la etapa, el piloto español explicó: "Esperaba que hubiera diferencias, porque los tramos eran largos y complicados, aunque quizás no tan grandes. Para nosotros todo ha ido perfecto, el coche, los neumáticos... todo". Los únicos que pudieron seguir medianamente su ritmo fueron dos hombres de segunda fila al volante de sendos Ford Escort Cosworth, el británico Malcolm Wilson y el belga Bruno Thiry. Sólo ellos parecieron capaces de amenazar a Sainz, aunque acabaron a más de un minuto: Wilson segundo, a 1m 1s, y Thiry tercero, a 1 m 16s.

En la jornada de hoy, el piloto español partirá en primera posición y puede que eso le suponga una complicación, pues será él quien abra la pista para los demás. No obstante, con la cionfianza y la habilidad que Sainz está mostrando en este Rally de San Remo, parece difícil que ese factor sea un problema.

Otro piloto español pelea por un título mundial en San Remo. Se trata del cántabro Jesús Puras (Ford), que necesita terminar segundo del grupo N (coches de serie mejorados) para asegurarse la copa FIA de esta categoría. Y ayer cumplió su objetivo pues fue precisamente ése el lugar que ocupó en la clasificación, superado únicamente por el argentino Jorge Recalde (Mitsubishi).