Aznar trata de evitar que el PNV repita Gobierno con los socialistas

Las elecciones vascas de¡ 23 de octubre, que se inician esta noche, amenazan con ser las menos autonómicas de su historia. Los dos primeros líderes de la oposición española, José María Aznar, del PP, y Julio Anguita, de Izquierda Unida (IU), van a tratar con su presencia de acosar a Felipe González y al PSOE en el terreno vasco. Los socialistas vascos tratarán de que les salpique lo menos posible la situación política española, mientras los nacionalistas corren el riesgo de quedar marginados en la contienda. La pretensión última del PP es lograr que no se repita la coalición de gobierno PNV-PSOE.

Los cinco días de participación política en la campaña electoral vasca que ha anunciado José María Aznar, igual 'que Julio Anguita, son inéditos y la van a marcar. Los dos principales líderes de la oposición representan a los dos partidos en alza en el conjunto de España, con la particularidad de que en Euskadi apenas han contado.Izquierda Unida (IU) jamás ha tenido representación parlamentaria en el País Vasco y el PP no ha pasado la barrera del 10%. Sin embargo, sus expectativas de voto han cambiado sensiblemente. Según la última encuesta del Gobierno vasco, del pasado mes de septiembre, de los 75 escaños en juego IU podría conseguir hasta 5 o 6 y el PP hasta 10 u 11, partiendo de cero y 6, respectivamente.

Aznar y Anguita necesitan demostrar que su auge en España es imparable y nada mejor que manifestar su expansión en una comunidad emblemática, como la vasca, que se les ha resistido históricamente. En el caso de IU su expansión puede proceder del desgaste del PSOE por la izquierda y de una parte del voto de la desaparecida Euskadiko Ezkerra.

Evitar la división

Aznar y Anguita tratarán de trasladar a la campaña electoral vasca sus denuncias sobre la política general española, especialmente la corrupción o la división interna socialista. En el caso vasco no se da esta última particularidad. El Partido Socialista de Euskadi ha logrado evitar las divisiones entre renovadores y guerristas que caracterizan al conjunto del socialismo español.

Los socialistas vascos han tratado de salvaguardar su comunidad como si fuera una isla entre las divisiones y los enfrentamientos e intentarán mantenerla durante la campaña. Aunque el apoyo que reciban del exterior será inferior al de IU y el PP, los socialistas vascos también han redoblado la presencia de Felipe González, que dedicará dos jornadas a la campana vasca.

El previsible intento de IU y PP de generalizar la campana vasca a una contienda española puede Marginar a los nacionalistas. Estos dan por hecho que Aznar y Anguita van a dedicar el grueso de su artillería contra Felipe González y no contra el lehendakari Ardanza y Xabier Arzalluz. Aznar pretende, con su presencia, movilizar al segmento del electorado que tradicionalmente vota al PNY en las autonómicas y se inclinó por el PP en las últimas generales y europeas. Ese sería un gran éxito para el PP.

De todos modos, la última encuesta del Gobierno vasco, pese al avance sensible del PP (de 6 hasta 11 escaños), indica una estabilización o ligero descenso del PSE (de 15 a 15 o 13), mientras el PNY tiende al alza (de 22 hasta 24), Eusko Alkartasuna (EA) baja (de 9 a 7) y HB también desciende (de 13 a 11 o 12).

Con unos resultados de este cariz no es fácil que el PP consiga su objetivo máximo: evitar la repetición de la coalición de gobierno PNV-PSOE. El lehendakari Ardanza , apuesta por un gobierno sólido, esto es con mayoría absoluta, y la tendencia mayoritaria del PNV, encabezada por Xabier Arzalluz, prefiere repetir gobierno con los socios conocidos, los socialistas vascos, salvo que éstos sufran un descalabro. Sólo un sector minoritario del PNV, el alavés que encabeza Juan María Ollora, no ofrece reticencias al pacto con el PP.

Pero, al margen de los resultados del 23 de octubre, tampoco le interesa al PP gobernar con los nacionalistas dentro de su estrategia global española, en la que uno de sus pivotes es la crítica a los nacionalismos periféricos. Los populares conseguirían un éxito completo si consiguieran movilizar al segmento de electorado del PNV que les vota en las generales y evitar que el PSE vuelva a gobernar con el PNV a causa de un descalabro socialista.