Que no cunda el pánico

Ninguna enfermedad infecciosa es más evocadora de los pasados cataclismos que la peste. La resonancia. histórica de la peste negra, que aniquiló a una cuarta parte de la población de Europa a mediados del siglo XIV, es lo suficientemente seria como para dar un toque de atención en el mundo occidental ante las noticias sobre dos brotes epidémicos de peste en la India.1 Algunos indios tienen recuerdos más recientes de la peste, ya que las epidemias continuaron hasta que los antibióticos llegaron a ser más accesibles, en los años cincuenta. De modo que el pánico local y la evacuación masiva de la ciudad de Surat son comprensibles. Pero en este caso el consejo que utilizan normalmente las autoridades cuando surge un brote alarmante de infección, "que no cunda el pánico", realmente está justificado. ( ... ) La política más prioritaria de control de la peste en la India es asegurar que las adecuadas existencias de antibióticos estén disponibles para administrar a todo el que muestre posibles síntomas. Esto significa disponer de suficiente personal sanitario ( ... ) que pueda diagnosticar la enfermedad y dispensar las medicinas oportunas. Es fundamental no administrar antibióticos a toda la población como medida preventiva. ( ... ) Pero las autoridades están en lo cierto al adoptar medidas drásticas para impedir que la población expanda la infección abandonando las áreas afectadas por la peste.

28 de septiembre